Un devastador terremoto de magnitud 7.7 sacudió este viernes a Myanmar y Tailandia, dejando un rastro de destrucción, numerosas víctimas y un gran desconcierto entre la población. El movimiento telúrico colapsó edificios, destruyó infraestructura clave y desató incendios, lo que ha dificultado las labores de rescate.
El sismo se registró a las 12:50 hora local en Myanmar (6:20 GMT), con un epicentro localizado a unos 17 kilómetros de Mandalay, la segunda mayor ciudad del país con 1.2 millones de habitantes. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, la profundidad del terremoto fue de 10 kilómetros y estuvo seguido de varias réplicas, una de ellas de magnitud 6.4. La fuerza del temblor provocó el colapso de innumerables casas y edificios, generando pánico en la población.
"Tailandia":
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En Naipyidó, la capital de Myanmar, testigos relataron escenas de caos y miedo. “Todos los edificios están completamente destrozados (…) Ha sido el caos”, declaró una mujer de 40 años a la agencia EFE. Otra residente relató que quedó atrapada en su casa y que temía morir si las paredes se hubieran derrumbado.
Mandalay fue una de las ciudades más afectadas. Residentes informaron que hay incendios en varias zonas y que los equipos de rescate no dan abasto ante la magnitud del desastre. En esta ciudad también colapsó el icónico Puente Ava, de 16 tramos, que conectaba Ava con Sagaing.
El impacto del sismo también se sintió con fuerza en la capital de Tailandia, Bangkok, a casi 1.000 kilómetros del epicentro. En la zona de Chatuchak, un edificio en construcción de más de 30 pisos se desplomó, dejando al menos tres muertos, 50 heridos y 70 desaparecidos. Las autoridades locales han desplegado un operativo de rescate masivo, mientras que el Departamento de Servicios Médicos instaló un hospital de campaña para atender a las víctimas.
El gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, reveló que 320 personas se encontraban dentro del edificio en el momento del colapso. “Cuando llegué para inspeccionar el lugar, escuché personas pidiendo ayuda”, narró Worapat Sukthai, subdirector de la Policía de Bang Sue. Se estima que al menos 20 trabajadores siguen atrapados en el hueco de un ascensor.
Ante la crisis, la Junta Militar de Myanmar declaró el estado de emergencia en seis regiones: Sagaing, Mandalay, Magway, el noreste del estado de Shan, Naipyidó y Bago. Además, solicitó ayuda internacional para enfrentar la emergencia. La Unión Europea, Francia e India ya han expresado su disposición a colaborar con asistencia humanitaria.
El hospital general de Naipyidó ha recibido a cientos de víctimas. Un médico del centro informó a la agencia AFP que han contabilizado al menos 20 fallecidos y un alto número de heridos. La situación sigue siendo crítica debido a la destrucción de infraestructura sanitaria.
Este terremoto ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad sísmica de la región. Myanmar, ubicado en la falla de Sagaing, ha registrado en el pasado sismos de magnitud 7 o superior. La población ahora enfrenta la difícil tarea de recuperarse de una de las peores catástrofes naturales de los últimos años.
Con el balance de víctimas y daños en constante actualización, las autoridades continúan las tareas de rescate y atención de los damnificados, mientras el mundo observa con atención la evolución de esta tragedia.