Los agroquímicos se utilizan en la agricultura para eliminar plagas y hierbas no deseadas, pero también inciden en la salud humana de los consumidores y de los pueblos vecinos de los cultivos. Según estimaciones de la FAO, Argentina usa 3 veces más pesticidas por hectárea cultivable que otros países como EE. UU. o España. Un nuevo estudio argentino confirmó que vivir en pueblos fumigados aumenta el riesgo de cáncer en los jóvenes.
La investigación llevada a cargo del Instituto de Salud Socioambiental (InSSA) de la Universidad Nacional de Rosario estudió la relación entre la cercanía de pequeñas ciudades rurales a campos en donde se usen plaguicidas agrícolas y los diagnósticos de cáncer en la población de entre 15 a 44 años.
Los datos acerca de la incidencia de los agrotóxicos en la salud de las personas son aterradores: la mortalidad por cáncer en jóvenes que viven en pueblos fumigados es 2,5 veces mayor que en el resto de Argentina. Cada 100 000 habitantes, los fallecimientos por cáncer representan el 30%, mientras que a nivel nacional el porcentaje es de 19,8%.
En las mujeres de entre 15 y 44 años, las probabilidades de morir por cáncer es 2,48 veces mayor en estas localidades en comparación con el resto del país. En el caso de los hombres, las probabilidades ascienden a 2,77, según el estudio de InSSA.
Los investigadores tuvieron en cuenta 8 localidades de Santa Fe que cuentan con una intensa actividad agrícola: el 80% de la superficie que las rodea son campos de producción que utilizan pesticidas. En las encuentras participaron 27 644 personas, alrededor del 68% de la población total de los pueblos elegidos.