Cada vez hay una mayor demanda en la sociedad de comprar y consumir productos que no hayan pasado por un testeo en animales. En este contexto, Australia tomó una medida histórica al prohibir dos de estos tipos de pruebas por su crueldad. Estas se realizaban principalmente en ratones y ratas.
El Parlamento de Nueva Gales del Sur fue el encargado de cancelar dos pruebas en animales por considerarlas “crueles y dolorosas”. Estas son:
- La prueba de natación forzada: en esta se obligaba a los roedores a nadar en un tanque sin posibilidad de escapar. Así, querían probar antidepresivos, aunque no contaban con validez científica.
- La prueba de inhalación de humo: en ella se exponía a los animales al humo de cigarrillos u otras sustancias para analizar enfermedades respiratorias.
Ahora, quienes infrinjan la nueva normativa tendrán que pagar una multa de 3 200 dólares y hasta podrían ir a prisión por 12 meses.