Es muy complicado definir quienes son los culpables de la degradación ambiental provocada por los desechos vertidos en la montaña. Hay una cadena de responsabilidades olvidadas y descontroladas. Por Uspallata, en el Paso Internacional que comunica Argentina con Chile y en la Aduana misma, pasan miles de camiones de transporte de carga. Por algunas situaciones especiales, como bloqueos de la ruta por nieve, tormentas o accidentes, los camiones tienen determinado un espacio para estacionar y esperar las mejoras para continuar su ruta.
En la playa de la aduana hay restaurantes, baños, algunos negocios, pero SOLO UN CONTENEDOR DE BASURA. No hay cartelería informativa (obviamente) que indique dónde dirigir la basura que tengan los camioneros que a veces pasan días estacionados en ese lugar.
La basura queda en cualquier lado, flotando, naufragando por el paisaje mismo, en la ruta, donde sea más “cómodo y rápido” tirar. Los vientos de alta montaña, que tienen mucha fuerza y son continuos, se encargan de desparramar la basura por todo el ambiente.
La vegetación de la zona, flora nativa acostumbrada a la fuerte radiación, vientos, amplitud térmica, debe también soportar la basura que queda enganchada entre sus ramas, ahogándola, invadiendo su espacio con plásticos que se deshacen en pequeñas partículas, contaminando aún más el suelo.
Estas partículas de microplástico, también son atractivos para los animales y aves, que las ingieren, mas no las digieren y terminan sus vidas con sus panzas llenas de basura. Es evidente (y angustiante) que la naturaleza, todos los seres que la componen, son las victimas del descuido de los humanos.
La basura es un tema que se ha vuelto mas y mas complejo en todo el mundo. Para su control se organizan campañas de educación y concientización. Es un largo e incierto camino. No sabemos si se lograra algún efecto que evite la acumulación de basura y por ende la contaminación. Pero no podemos dejar de pedir que todos hagamos lo nuestro para evitar tantos residuos.
Cada persona puede cuidar en su cotidiano, cada miembro de la comunidad tiene su responsabilidad del cuidado de los bienes comunes, como la montaña. Pero quienes deben dar el ejemplo, la educación y facilitación para que esto suceda, es decir, quienes tienen la responsabilidad mayor como principales agentes de la gestión de residuos son las administraciones publicas cuyo deber es “establece los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable” (Ley 25.675).
Uspallata pide ayuda para limpiar la montaña
Los vecinos de Uspallata solicitamos a la Municipalidad de Las Heras y a las administraciones competentes ayuda para organizar una jornada de limpieza en la zona de la Aduana. Contamos con 30 personas que trabajan en la Municipalidad, 40 del ejército, 500 bolsas de residuos y 3 camiones que transportan lo recogido, a más de 100 km de distancia, donde se encuentra la planta de tratamiento de residuos de El Borbollón (Las Heras).
Esta no es la solución, lo sabemos, pero es lo que podemos hacer. En la lista de lo que solicitamos a las autoridades, pedimos más tachos para la basura en la playa de estacionamiento de los camiones, carteles indicadores, control y multas para los que arrojan sus residuos y botellas con orina a la ruta.
Mas difusión y educación a la población en general, campaña de separación de residuos, puntos verdes en el pueblo y plantas recicladoras que generen mano de obra.
Pedimos nosotros, los que tenemos voz, quienes sufrimos por dejar el mundo en estas condiciones a las siguientes generaciones.
*Este artículo fue escrito por Cecilia Agüero, Vecina de la Comunidad de Uspallata.