Los osos polares tienen una gruesa capa de grasa corporal que les permite sobrevivir a las bajas temperaturas del hielo marino, su hábitat natural. Para subsistir, dedican más de la mitad de su vida a buscar comida, según los estudios del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Pero el cambio climático, ese monstruoso fenómeno cuyos efectos se hacen cada vez más visibles en distintas áreas de la vida, está aumentando esa cifra notablemente, costándole la vida a los osos polares.
La principal presa de esta especie ya casi no visita el Ártico para reproducirse, debido al derretimiento del hielo marino. Esto, en última medida, hace que conseguir comida sea un desafío mortal para los osos polares, que se acercan cada vez más a las ciudades en busca de alimento.
(Podría interesarte: Incendios en el Ártico: el síntoma de una Tierra que clama acción urgente)
Osos polares: cada vez más cerca de la ciudad
Casi dos tercios de la población mundial de osos polares se encuentran en Canadá. Según informa el Servicio Canadiense de Vida Silvestre, se trata de 17.000 ejemplares, aproximadamente. Esta especie, que vive especialmente en las zonas de hielo marino, rara vez aparece en zonas terrestres o protagonizan ataques humanos.
Sin embargo, los actos humanos están incidiendo directamente en su vida y son la causa de que cada vez haya más avistamientos y ataques de osos polares.
Es que el derretimiento de hielo y nieve está generando estragos en todo el ecosistema ártico. En el caso de los osos polares, el problema ocurre porque el calentamiento global está haciendo desaparecer las crestas y la cubierta de nieve, el sitio donde se reproducen las focas anilladas.
La ausencia de estas focas, que son una de las principales presas del oso polar junto con las focas barbudas, generan directamente una escasez de alimentos que obliga a los osos a buscar comida en otra parte.
(Leé más: Las olas de calor llegaron a la Antártida: ¿Qué temperatura histórica se registró?)
Así, hay cada vez más avistamientos de osos polares en zonas pobladas de Canadá. El 7 de agosto, un trabajador en una estación de radar remota de Nunavut murió tras ser atacado por dos osos polares, según informó Global News. “Antes casi no veíamos osos polares aquí, pero ahora hemos visto al menos dos en las últimas semanas. Parece que hay más osos en esa zona y no parecen tener miedo de la gente”, dijo a The Guardian, John Ussak, un pescador de la aldea ártica de Rankin Inle, que presencia el avistamiento de osos hambrientos con más frecuencia.
Además, un panorama aún peor se vislumbra porque, a pesar de sus esfuerzos por hallar sustento en la tierra, los osos nunca encuentran suficientes calorías para satisfacer sus necesidades fuera del Ártico. Así lo demostró un estudio publicado en Nature, que encontró que los osos que se dirigían a buscar comida a la tierra, perdieron un peso similar al que hubieran perdido durante un período de ayuno.
Según encontró el mismo estudio, los osos polares llegan a tierra y consumen todo tipo de alimentos que difieren totalmente de su dieta natural: desde pastos, bayas y gaviotas, hasta roedores y cadáveres de animales.
John Whiteman es el científico investigador principal de Polar Bears International y resumió de forma clara la situación que viven los osos polares del Ártico: “Si el hielo se derrite, los osos polares se derriten y no hay otra solución que detener la pérdida de hielo. Esa es la única solución”, dijo a AFP.
(Leé más: (VIDEO) Graban por primera vez a cientos de pingüinos bebés lanzándose al vacío)
Osos polares: especie amenazada por el ser humano
Más allá de sus esporádicos ataques humanos, los osos polares no son una amenaza para el ser humano. Más bien, representan otra más de las especies amenazadas por el cambio climático antropogénico.
Los científicos dividen a la población total de osos polares en 19 subpoblaciones. De ellos, los últimos datos del Grupo de Especialistas en Osos Polares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) indican que 3 subpoblaciones están en declive y se estima que existe un alto riesgo de disminución a futuro debido al cambio climático, según el WWF.
La pérdida de hielo marino, potenciada por el aumento global de las temperaturas, llevó a considerar al oso polar como una especie amenazada en EEUU desde 2008, según la Ley de Especies en Peligro de Extinción.