Uno de los acontecimientos bíblicos fundamentales para comprender las teorías del documental Christspiracy es el Arca de Noé. Este suceso, relatado por la Biblia, el arte y hasta la ciencia, estuvo centrado en el rescate de diversos seres vivos, un aspecto clave para comprender la relación que tenía Jesús con los animales.
La historia, relatada en el capítulo Génesis de la Biblia, ahonda sobre los animales que se salvaron del Gran Diluvio, el cual conformó una especie de “juicio final”.
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Christspiracy: qué fue el Arca de Noé
El Arca de Noé es analizada como una alegoría que aparece en la Biblia, es decir, un relato ficticio que en verdad representa otra cosa.
Es que, según las Sagradas Escrituras, era tal el pecado en la Tierra que Dios envió un diluvio para destruirlo todo. Sin embargo, antes le advirtió a Noé que construyera una gran barca para salvar ciertas creaciones: “Yo voy a enviar un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Mas estableceré mi convenio contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos, y tu esposa y las esposas de tus hijos contigo.” (Génesis 6, 17:18)
Respecto a los animales, la Biblia cuenta que Dios quiso salvar a ciertas especies: “Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie vendrán a ti para que tengan vida. Y toma contigo de todo alimento que se come y almacénalo; y servirá de alimento para ti y para ellos (Génesis 6, 19:21).
Qué animales se salvaron en el Arca de Noé
Sin embargo, la Biblia no menciona animales específicos que se salvaron en el Arca de Noé. Por eso, la ciencia y el arte han divagado respecto a esta incógnita a lo largo de los siglos.
Por ejemplo, los artistas renacentistas, Simon de Myle y Jacopo Bassano, pintaron al óleo un arca repleta de elefantes, vacas, jirafas y hasta unicornios.
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Aún así, según la Biblia, Dios sí diferenció de los “animales puros” y los “no puros” para dejar ingresar a la gran barca los que se salvarían: “De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, macho y su hembra.” (Génesis 7: 2-3).
Este punto, según el portal religioso Church of Jesus Christ, refiere a “los animales que se consideraban aceptables o inaceptables para comer y para ser sacrificados a Dios en aquel tiempo”.
Con la dificultad que representa el análisis de una alegoría escrita hace más de 5 siglos, la teoría de los animales que se podían sacrificar y los que no, podría ser aún más interesante y útil para entender la historia.
Es que, según Christspiracy, en la época de Jesús se sacrificaban millones de animales en el Templo. Esto, en última medida, podría haber sido el desencadenante del enojo de Jesús quien, según plantea el revolucionario documental, llevaba una alimentación vegana, basada en la compasión y el no maltrato animal.
