Una nueva enemiga se alza en la lucha contra el cambio climático: la bacteria Escherichia coli (E. coli). Esta bacteria, que provoca enfermedades como el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), está presente en el intestino de animales y humanos y podría aumentar su virulencia debido al aumento de las temperaturas.
El análisis de fondo llega luego de la muerte de tres niños menores de siete años que contrajeron el SUH en Córdoba, Argentina. El síndrome es especialmente peligroso en niños pequeños, ya que puede causarles insuficiencia renal e incluso la muerte.
¿Cómo afecta el cambio climático a la E. coli?
Las investigaciones científicas, como las realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierten que el aumento de las temperaturas globales podría generar condiciones más favorables para la proliferación de la E. coli.
Las principales razones son para que esto ocurra son:
- Aumento de la supervivencia: Las temperaturas elevadas permiten que la E. coli sobreviva por más tiempo en el agua y en los alimentos.
- Mayor producción de toxinas: El calor también puede estimular la producción de toxinas por parte de la E. coli, aumentando su capacidad de causar enfermedades.
- Expansión a nuevas zonas: El cambio climático podría permitir que la E. coli se extienda a zonas que antes eran demasiado frías para su supervivencia.
Norovirus, Campylobacter, E.coli, Salmonella no-tifoide: problemas inocuidad alimentaria más importantes #Americas https://t.co/vlOtIDiJ9O
— OPS/OMS (@opsoms) December 3, 2015
Estadísticas de la E. coli: ¿Han aumentado los casos?
Los registros de la OMS han alertado sobre un aumento significativo de casos de E. coli en los últimos años. Según datos del organismo, entre 2017 y 2022, se ha observado un incremento del 20% de los casos a nivel mundial, siendo las regiones más afectadas son Europa, América del Norte y Asia Oriental.
Además del cambio climático, la entidad internacional señala a la intensificación de la agricultura y la globalización del comercio de alimentos como factores centrales de la proliferación bacteriana.
No obstante, la OMS advierte que, pese al incremento de los casos, podemos protegernos si tomamos medidas de higiene y seguridad como el lavado de manos frecuente, especialmente después de ir al baño, cambiar pañales y antes de manipular alimentos.
El organismo experto sugiere además cocinar bien la carne para eliminar cualquier bacteria presente. Consumir agua potable y lavar las frutas y verduras también resultan sugerencias clave para prevenir las enfermedades provocadas por la E. coli.