Los tubos de escape tienen los días contados y Volvo, de cara al 2030, prometió dejar de producir autos con esta característica ya que todos los modelos de la marca serán 100% eléctricos en este lapso de tiempo.
En el marco del Día de la Reducción de CO2, celebrado el pasado 26 de enero, Volvo anunció a través de una campaña realizada con la multinacional francesa Havas Group, que migrará su producción hacia los autos eléctricos de una vez por todas.
Esta acción creativa coincide con una situación impulsada por algunos gobiernos tales como el de Reino Unido, que decidió retrasar cinco años la introducción de su prohibición total de venta de automóviles y camionetas nuevas con motor de combustión interna (ICE). Esto implica que aún no hay tal obligación para tomar tal decisión, pero aún así, Volvo marca la cancha e impulsa a otros competidores a hacer lo mismo.
Al contribuir a reducir la contaminación por CO2, la firma busca soluciones sostenibles a través de la reducción del impacto negativo de sus autos.
La prohibición se retrasó cinco años y recién en el 2035 las compañías automotrices están obligadas a desistir de los motores de combustión interna, pero aún con este cambio, Volvo sigue apostando por un entorno libre de estas emisiones y esta acción podría obligar a las demás compañías a hacer lo mismo por efecto contagio.
¡Por más compañías con estas convicciones!