La compañía de bebidas Coca-Cola está colaborando con instituciones públicas y privadas en el desarrollo de dos proyectos destinados a regenerar las aguas utilizadas en sus procesos, convirtiéndolas en aptas para los cultivos. Estos proyectos hacen uso de tecnología de ultrafiltración en las depuradoras donde se tratan las aguas. Ambos proyectos están siendo implementados en la isla de Tenerife, en las Islas Canarias de España, donde Coca-Cola también opera una planta de producción en el municipio de Tacoronte.
La compañía reconoce que el agua es esencial tanto para la supervivencia del hombre, como para el ambiente y los ecosistemas. Es por esta razón que, al ser el ingrediente principal de sus productos, toma acciones concretas para dar soluciones a la modificación del ciclo hídrico generado por el cambio climático y el mal uso de este recurso.
Su estrategia global de cara al 2030 se ancla en diversos pilares que buscan afrontar esta situación de escasez en ciertos entornos. Algunos de estos ejes se basan en:
- Proteger las cuencas hidrográficas
- Reducir el consumo interno de agua en las fábricas
- Devolver a la naturaleza el equivalente al 100% del agua que contienen sus bebidas
- Regenerar el 100% del agua que utiliza en sus procesos de producción en las zonas de mayor estrés hídrico
Un compromiso con el entorno
La empresa líder en bebidas está comprometida con los entornos donde opera, como en Valle de Guerra y Punta del Hidalgo, donde se encuentran estas depuradoras. En estos lugares, Coca-Cola envía las aguas residuales generadas por su proceso productivo para su regeneración. Además, colabora con la tecnología de ultrafiltración para que este recurso pueda ser utilizado en el riego de los campos de cultivo.
Ambos proyectos cobran una gran relevancia para los entornos ya que el sector agrícola está atravesando dificultades por la escasez de agua, experimentando en estos últimos años una disminución de los suministros de agua tradicionales. A través de estas medidas, Coca-Cola aporta un valor significativo en términos socioeconómicos ya que asegura la viabilidad de los cultivos, representa un ahorro de costos para los agricultores y está logrando recuperar algunas zonas de cultivo abandonadas.
Alianza público-privada: una solución para las comunidades
Esta colaboración entre los sectores público y privado está permitiendo el desarrollo conjunto de una solución que ya está teniendo un impacto positivo no solo en el entorno y el ambiente, sino también en la sociedad. La industria está colaborando estrechamente con el Consejo Insular de Aguas, un organismo encargado de dirigir, ordenar y planificar el uso del agua en Tenerife, y Teidagua, una empresa que gestiona el ciclo integral del agua en los municipios de La Laguna y Tacoronte. Este modelo de colaboración podría ser replicado en otras regiones de España.
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