Una de las efemérides más importantes de la naturaleza es el Día Mundial de las Aves Migratorias. Esta jornada se celebra cada segundo sábado de mayo y de octubre, coincidiendo con las dos migraciones masivas de aves en el mundo.
Este año, el Día de las Aves Migratorias se celebra el 11 de mayo y busca generar conciencia sobre la importancia de cuidar a las aves migratorias y sus hábitats. Entre otras funciones, estas especies contribuyen al control de plagas, la dispersión de semillas y la polinización de plantas. Además, muchas comunidades humanas dependen de ellas para la pesca y el turismo.
Los factores que amenazan la vida de las aves migratorias
El rol de las aves migratorias es fundamental para mantener el equilibrio de los ecosistemas. Sin embargo, estas especies sufren de los efectos de las actividades humanas, así como la gran mayoría de animales. Los principales factores humanos que amenazan la vida de las aves migratorias son:
- Pérdida de hábitat: los ecosistemas acuáticos son espacios de los que depende la vida de las aves migratorias. La contaminación, el cambio climático y la creciente demanda humana de agua, han disminuido la disponibilidad de agua limpia, afectando de manera directa a las aves.
- La caza ilegal de aves.
- El cambio climático: ha alterado la disponibilidad de recursos en las áreas donde las aves se alimentan y reproduce. En consecuencia, el cambio climático modifica los patrones migratorios.
- Deforestación: la escasez de árboles ha impactado de lleno en la pérdida de hábitat y de las zonas de descanso y reproducción de las aves migratorias.
En Argentina: 5 especies maravillosas de aves migratorias
Se calcula que “el 35 % de las aves en Argentina son migratorias”, según declara la Subsecretaría de Ambiente de la Nación. A diferencia de aquellas aves más sedentarias, las aves migratorias son claves porque sus desplazamientos aportan al mantenimiento de los ecosistemas en los que habitan.
Entre las aves migratorias más importantes de Argentina se encuentran:
- Playero rojizo: esta migradora por excelencia puede volar hasta 8000 kilómetros sin parar. El playero rojizo realiza una de las migraciones más largas al unir el Ártico canadiense con el sur de Tierra del Fuego. Sus viajes anuales representan unos 32 mil kilómetros al año.
- Cauquén colorado: esta especie, declarada en peligro crítico de extinción, nidifica en el sur de la Patagonia y en los meses de frío se desplaza, junto al cauquén común y al de cabeza gris, hacia el sur de la provincia de Buenos Aires
- Golondrinas: las famosas golondrinas vuelan hasta 200 kilómetros sin parar. Estas aves hacen sus nidos en Argentina durante la primavera. Cuando termina el verano, migran hacia el norte de América del Sur en busca de climas más cálidos.
- Chorlos: conforman el grupo de las “aves playeras” que se mueven dentro de todo el país en los cambios de estación. Cuando comienzan a bajar las temperaturas, los chorlos migran buscando lugares más cálidos donde vivir.
- Falaropos: El falaropo común nidifica en humedales del norte canadiense y, en primavera, migra en bandadas hacia las lagunas salitrosas de Argentina.
¿Conoces mas aves migratorias de Argentina?