La Organización Marítima Internacional (OMI) de las Naciones Unidas ha acordado una política climática clave para el transporte marítimo mundial, que incluye imponer tarifas a las emisiones de carbono, con el fin de alcanzar los objetivos de la Estrategia Revisada de 2023 (una reducción de las emisiones de al menos el 20%, con el objetivo de alcanzar el 30% en 2030, y una transición equitativa a cero emisiones netas en torno a 2050).
Así lo acordó por votación el pleno del MEPC 83 hoy. La política se adoptará formalmente en octubre de este año, pero aún quedan por ultimar algunos detalles.
El contexto
Los países acordaron un marco político que incluye el primer régimen mundial significativo de tarifas al carbono en cualquier industria. A partir de 2028, todos los buques del mundo tendrán que empezar a utilizar una mezcla de combustibles menos intensiva en carbono o pagar por el exceso. Un buque que siga utilizando combustible convencional (fósil) tendrá que pagar una tasa de 380 dólares por tonelada por sus emisiones más intensivas, y de 100 dólares por tonelada por las emisiones restantes por encima de un umbral inferior.
Según la consultora UMAS, el acuerdo sólo logrará una reducción absoluta de las emisiones del 8% de aquí a 2030, quedando por debajo de los propios objetivos de la OMI en la Estrategia Revisada: reducción del 20% de las emisiones de aquí a 2030, con el objetivo de alcanzar el 30%.
Malas noticias para el GNL
La normativa basada en la intensidad del carbono permitirá inicialmente el GNL fósil, pero este combustible fósil se verá cada vez más penalizado a lo largo de la década de 2030, socavando los argumentos comerciales a favor de los buques de GNL.
Se espera que el compromiso permita recaudar entre 30.000 y 40.000 millones de dólares de aquí a 2030 (10.000 millones anuales), que probablemente se destinarán a financiar el uso de energías limpias en los buques. Sin embargo, los Estados insulares del Pacífico dicen que esto no es suficiente para financiar la “transición justa y equitativa” a la que se comprometió la OMI.
“La OMI ha tomado una decisión histórica, pero en última instancia una que falla a los países vulnerables al clima y se queda corta tanto en la ambición que la crisis climática exige como en la que los estados miembros se comprometieron, hace sólo 2 años. La débil medida aprobada significa apuntar a un listón bajo y arrastrar los pies para llegar a él. Ni garantizará una reducción suficiente de las emisiones, ni recaudará los ingresos necesarios para una transición justa y equitativa. La OMI ha rechazado esta oportunidad histórica de defender la perseverancia, el liderazgo y la ambición de los Estados vulnerables al clima, entre ellos los Estados de las Islas del Pacífico, el Caribe y África, que están en primera línea de la crisis climática”, enfatizó Emma Fenton, Directora Senior de Diplomacia Climática de Opportunity Green.
Estados Unidos y otros países petroleros votaron en contra
Los países votaron el compromiso, tras las objeciones de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y otros petroestados sobre el procedimiento y el desacuerdo sobre el «alto» nivel de ambición de las discusiones. Los resultados se reflejaron en la siguiente votación:
- 63 países a favor: Brasil, China, la UE, India, Japón, Corea, Sudáfrica, Singapur, Noruega y otros.
- 16 países en contra: Arabia Saudí, EAU, Omán, Venezuela, Rusia y otros petroestados.
- 25 países se abstuvieron: Estados insulares del Pacífico (Kiribati, Fiyi, República de las Islas Marshall, Islas Salomón, Tonga, Tuvalu, Nauru, Palaos y Vanuatu), Seychelles, Argentina y otros.
Tuvalu, en nombre de las islas del Pacífico, expresó en la sesión plenaria su preocupación por el resultado: la necesidad de mayores incentivos energéticos; la falta de transparencia y la exclusión de las voces del Pacífico del proceso de negociación; y la promoción de una transición justa y equitativa.
“Dejemos claro quién ha abandonado 1,5°C. Arabia Saudita, Estados Unidos y sus aliados en el sector de los combustibles fósiles redujeron las cifras a un nivel insostenible y bloquearon los avances en todo momento. Estos países, y otros, no apoyaron una serie de medidas que habrían llevado al sector del transporte marítimo a la senda de los 1,5 °C. Y rechazaron una propuesta de acuerdo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y rechazaron una propuesta de fuente fiable de ingresos para aquellos de nosotros que necesitamos desesperadamente financiación para ayudar a hacer frente a los impactos climáticos”, señaló Ralph Regenvanu, Ministro de Adaptación al Cambio Climático, Meteorología, Riesgos Geológicos, Medio Ambiente, Energía y Gestión de Desastres de Vanuatu.