Muchos animales, en especial aves y roedores, se alimentan de los desechos contaminantes de las personas y esto afecta gravemente su salud. La gaviota cocinera solía alimentarse de desechos urbanos y descartes de las pescaderías en basurales a cielo abierto de la ciudad de Puerto Madryn, pero todo cambió desde que se mejoró la gestión de residuos.
Científicos del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR, CONICET) identificaron que, a partir de la mejora en la gestión de residuos en Puerto Madryn, las gaviotas cocineras dejaron de presentar tantas malformaciones derivadas a partir de su mala alimentación en los basurales a cielo abierto.
Cómo es el nuevo manejo de residuos que benefició a las gaviotas
Chubut estableció un nuevo sistema de manejo de residuos más eficiente y ecológico: los basurales a cielo abierto se cerraron, descartes de las pescadería se compostan y los desechos reciclables, como plástico o papel, son reciclados. El resto de la basura termina en un único vertedero ubicado a unos 35 kilómetros al sur de Puerto Madryn.
Hacia finales del 2013, el Consorcio Público Intermunicipal de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) de la Provincia de Chubut implementó el nuevo sistema de manejo de residuos en la zona del Valle Inferior del Río Chubut, Puerto Madryn y alrededores. Según las conclusiones de los científicos, este cambio afectó positivamente a las gaviotas de la región.
Menor cantidad de malformaciones en las gaviotas cocineras
“Cuando hay una mayor exposición a contaminantes, las aves presentan una mayor frecuencia de malformaciones nucleares en eritrocitos. En 2013 se hizo un muestreo sobre 24 gaviotas adultas en un basural en Puerto Madryn, con análisis de sangre y condición física, y en 2021 se repitió el mismo estudio en 34 ejemplares en el basural del GIRSU”, explicó Martín Frixione, biólogo del CESIMAR.
El estudio demostró que la frecuencia de algunos tipos de anomalías se vio significativamente disminuida en los muestreos del 2021, luego del cambio en el manejo de residuos en la provincia.
Esta disminución de las malformaciones lo atribuyen “a que las gaviotas están más alejadas del ambiente urbano debido a que el GIRSU dispersa un poco más los focos de contaminación —además de la posible disminución de contaminantes por el reciclado—,y se los lleva afuera de la ciudad. Esto hace que las gaviotas no estén tan agregadas en lo que es un ámbito urbano más contaminado”, añadió el Frixione.