Uno de los animales más vistosos del mundo es, sin dudas, la cebra, la prima hermana del caballo. Es nativa de África y existen tres especies distribuidas en forma desigual en el continente. Lamentablemente, las cebras integran la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Cada 31 de enero se celebra el Día Internacional de las Cebras. Las tres especies son: la cebra de Grévy Equus grevyi (en peligro de extinción), la de Hartmann Equus zebra (vulnerable) y la de las llanuras Equus quagga (casi amenazada).
4 datos curiosos de la cebra
- Rayas blancas y negras: cada cebra tiene un patrón de rayas únicos, como pasa con las huellas dactilares en los humanos.
Estas líneas ayudan a que el animal no sea picado por tábanos, según algunos científicos, ya que no le serían atrayentes.
Bonus track: las cebras tienen relaciones simbióticas con las aves, ya que las ayudan a desparasitarse.
- Dormir de pie: pueden dormir de pie y acostadas. Necesitan 7 horas de descanso, pero lo hacen de manera interrumpida. Durante el día, duermen poco tiempo de pie para estar alertas a los depredadores. De noche, se acuestan y logran el sueño profundo reparador.
- Buen oído y amplia visión: sus orejas pueden girar casi en todas las direcciones. Sus ojos están ubicados a los costados de su cara, lo que les permite tener una gran visión. Este rasgo lo comparte con casi todos los ungulados, es decir, mamíferos que tienen las extremidades terminadas en casco o pezuña.
Estas características las ayudan a defenderse de los depredadores. Además, aunque es menos veloz que sus atacantes, corre en zig zag para despistarlos.
- Dientes incisivos fortísimos: son muy resistentes, ¡hasta pueden arrancar la corteza de los árboles! Su principal uso es para el pastoreo y puede masticar vegetación dura. Además, si es necesario, con su dentadura se puede defender de sus depredadores.