“El Woodstock ambiental”, así definieron en redes sociales algunos activistas al encuentro que se dará el 12 de noviembre en San Marcos Sud, un pueblo rural de Córdoba, Argentina. “Concierto para mi Tierra” es el nombre que lleva esta celebración por la vida y en contra de las fumigaciones con agroquímicos en los campos que enferman a las personas y al ambiente todo. Decenas de artistas ya confirmaron su presencia y cualquier persona puede participar, es gratuito. El objetivo es generar conciencia ambiental y la idea nació ni más ni menos, que de un docente, un profe de música.
Ramiro Lezcano es el docente en cuestión. Oriundo de San Marcos Sud, notó que en su región no había profesores de música y comenzó a meterse en las aulas con su guitarra, “por fuera del sistema educativo”, según informó el medio Agencia Tierra Viva. En este recorrido, fundó el proyecto: “Canciones urgentes para mi tierra”, en el que los niños componen, interpretan y graban temas relacionados a temas socioambientales.
“Un día nos dimos cuenta (él y sus alumnos) de que había situaciones ambientales bastante complejas que nos afectan. Situaciones que nos angustian mucho. Ocurrió que intoxicados por las fumigaciones con agrotóxicos, no pudimos ir a la escuela una semana entera. Notamos cómo montes nativos muy cercanos fueron desapareciendo. Entonces, les propuse a mis alumnos transformar la angustia en arte. Exorcizar y comunicar”, dijo en diálogo con Tierra Viva.
Así dieron vida a un disco doble, grabado entre 2015 y 2019. Actualmente están preparando el segundo, que se llama “Mensajes de tierra adentro” y que contará con un documental. Pero Ramiro no quería que esta experiencia sea solo entre él y sus estudiantes, por eso contactó constantemente a artistas reconocidos, para que ayudaran a difundir sus mensajes. ¿El resultado? Más de 500 artistas quisieron participar voluntariamente de sus discos.
Pablo Milanés, Claudia Puyó, Hilda Lizarazu, Peteco Carabajal, Peteco Carabajal, Jairo, Víctor Heredia, Fabiana Cantilo, Lito Nebbia, Teresa Parodi, Suna Rocha, Richard Coleman, Zeta Bosio, Miguel Cantilo, Durga McBrown, Abel Pintos, Dyango, Billy Bond, Jorge Rojas, Lito Vitale, Marcelo Moura, Juan Carlos Baglietto, Piero, Raly Barrionuevo y Roxana Carabajal son algunos de los músicos.
“Muchos padres que trabajan en la producción agrícola hoy militan el proyecto. El arte es una poderosa herramienta de transformación social”, aseguró Ramiro, quien trabaja con chicos de entre 4 y 11 años, en seis escuelas de Córdoba y en una de Santa Fe. “Cada tema es una construcción colectiva”, explicó, ya que dijo que los chicos van tirando ideas y él funciona como un guía: va anotando en el pizarrón y luego le da el formato.
Concierto para mi Tierra: el festival del 12 de noviembre
El 12 de noviembre, entre las 14 y las 23, se hará el encuentro “Concierto para mi Tierra” en el pueblo cordobés San Marcos Sud, de 3000 habitantes. En él, artistas cantarán junto con los chicos los temas que compusieron y los propios. Los músicos que ya confirmaron son: Juan Carlos Baglietto, León Gieco, Lito Vitale, Hilda Lizarazu; los ex Abuelos de la Nada, Kubero Díaz y Juan del Barrio; Mavi Díaz & Las Folkies, Malena D’Alessio, Fabricio Rodríguez, La Valenti, Q’ Lokura, Playing for change, Dulce Mota, Misty Soul Choir y Pescado para todes.
Además, habrá ferias, exposiciones, talleres, charlas y muestras artísticas. “El concierto es un eslabón más de la cadena del proyecto. El objetivo es que los artistas que grabaron con los niños los conozcan en el lugar donde nacieron las canciones. Tenemos invitaciones para ir al CCK o al Teatro Libertador, de Córdoba. Lo vamos a hacer. Pero es simbólico que toda esta gente grosa venga a un pueblo de 3000 habitantes a conocer a los niños y cantar con ellos”, dijo Ramiro.
Canciones urgentes: el arte como herramienta de transformación social
“Juguemos en el campo, mientras Monsanto no está”, es una de las frases de las canciones más fuertes y representativas de lo que se vive en los campos fumigados. Se trata de un reggae que evoca la canción “Diablo, ¿estás?”, de María Elena Walsh. Ramiro afirma que sus alumnos son, para él, sus profesores, ya que el aprendizaje es “mutuo” y además, destaca que gracias a ellos se animó a seguir soñando: llegó a contactar a algunos músicos gracias a la insistencia de ellos.
“En 2016, fueron los 30 años de Chernobyl. Una alumna me preguntó qué era. Investigamos qué había pasado. Así surgió una foto nuestra: todos los alumnos con una máscara de gas en el campo. La gente dice ‘qué lindo el campo, qué lindo el sol’. Pero lo que pasó con Chernobyl nos pasa con los agrotóxicos. Después de tres meses de investigación escribimos ‘La flor de Chernobyl’”, destacó. Integrantes de la banda de Luis Alberto Spinetta participaron de la grabación.
“No me servía cortar una ruta. Que me echaran y prohibieran. La idea era hacer un trabajo subterráneo con las niñeces para que todes se convencieran de que no se puede mirar para otro lado. Estos pueblos tienen una tasa de enfermos de cáncer y de enfermedades derivadas de agrotóxicos tres veces más alta que la media de cualquier ciudad no lindante con su uso. Estamos caminando en la cornisa ambiental. Este año vivimos el julio más caluroso del que se tenga registro. Esto dejó de ser una cuestión de ‘hippies’ que hablamos de ciencia ficción. El cambio climático está tocando la puerta de todos”, dijo.
Juan Carlos Baglietto, en contacto con Tierra Viva, elogió a Ramiro: “Además de cuidar el planeta, el agua y nuestro alimento, Ramiro alimenta a los chicos con una fuente maravillosa de energía, que es la música. Es músico, pero además y, básicamente, es docente. El proyecto que generó es maravilloso: escribir junto a sus alumnos canciones referidas al medio ambiente y el cuidado de una cosa tan preciada como es nuestra Tierra”.