Mientras los gobiernos del mundo demoran las decisiones necesarias para enfrentar la crisis climática, la sociedad civil se organiza. Desde América Latina y el Caribe, y en sintonía con la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco, surge una nueva propuesta: las Contribuciones Determinadas por los Pueblos (PDC). Esta campaña busca que las comunidades locales definan, implementen y compartan sus propios compromisos concretos para cuidar la casa común, complementando —y en muchos casos superando— la lentitud de las políticas estatales.
Una respuesta desde abajo
El concepto de PDC se inspira en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) que cada país presenta ante la ONU en el marco del Acuerdo de París. Sin embargo, la diferencia es clave: las PDC no provienen de los gobiernos, sino de la ciudadanía organizada. Se trata de un movimiento horizontal, que nace desde los territorios, las comunidades rurales, los pueblos indígenas, las parroquias, los movimientos ambientales y las redes de jóvenes que ya están llevando adelante acciones transformadoras.
“Si los Estados no llegan a tiempo, los pueblos ya están actuando. Las PDC son una expresión de fe en acción, de responsabilidad compartida y de amor por la vida”, afirman los organizadores del Movimiento Laudato Si’.
Inspiración en Laudato Si’
La encíclica Laudato Si’, publicada en 2015, se convirtió en un manifiesto espiritual y ecológico que inspira a millones de personas a reconectar la justicia ambiental con la justicia social. Desde entonces, movimientos como el Movimiento Laudato Si’ han promovido una ecología integral que reconozca la interdependencia entre humanidad y naturaleza.
Las PDC retoman esa inspiración, proponiendo un modelo de acción donde los valores espirituales, la sabiduría ancestral y la ciencia se encuentren para impulsar soluciones locales y sostenibles. La meta es construir una red mundial de experiencias que puedan ser compartidas, replicadas y visibilizadas como ejemplo de acción climática desde las bases.
De la protesta a la propuesta
Cada PDC puede incluir compromisos diversos: restaurar cuencas, reducir residuos, promover la soberanía alimentaria, proteger fuentes de agua o impulsar energías comunitarias. Lo importante no es el tamaño del proyecto, sino su autenticidad y coherencia con los valores de cuidado, justicia y solidaridad.
En palabras de los organizadores, “no se trata solo de exigir, sino también de mostrar que los pueblos ya están ofreciendo respuestas reales”. En ese sentido, la campaña busca generar una base de datos global de acciones locales, que sirva como mapa de soluciones impulsadas por la ciudadanía.
La campaña de las Contribuciones Determinadas por los Pueblos representa una apuesta ética y política por la vida. Frente a los discursos vacíos y las demoras institucionales, los pueblos deciden actuar.
En el espíritu de Laudato Si’, esta iniciativa recuerda que “todo está conectado”, y que el verdadero cambio comienza cuando cada persona, comunidad y pueblo asume su responsabilidad en el cuidado del planeta.
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