La asociación entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea no es nueva: empezó a tomar forma hace más de dos décadas, cuando en el año 1999 se celebró en Río de Janeiro la primera Cumbre UE–América Latina y el Caribe. Aquella reunión plantó la semilla de lo que hoy conocemos como el mecanismo birregional CELAC–UE, un espacio político único que busca conectar a más de 60 países bajo una visión común de cooperación, comercio e integración.
En 2010, con la creación formal de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), la relación se institucionalizó aún más: Europa encontró un interlocutor regional unificado y América Latina logró un espacio para negociar como bloque.
Desde entonces, se han realizado varias cumbres (Madrid 2010, Santiago de Chile 2013, Bruselas 2015 y 2023), con agendas que fueron evolucionando hacia temas cada vez más estratégicos: transición verde, digitalización, derechos humanos, energía, seguridad, inversión y cambio climático.
¿Por qué son importantes estas cumbres?
1. Porque unen a dos regiones que juntas representan el 21% del PIB mundial
La relación CELAC–UE es una de las alianzas más grandes del planeta: más de 1.000 millones de personas y dos regiones que comparten valores democráticos, historia y una fuerte agenda económica.
2. Porque la región es clave para Europa
Europa necesita aliados estables y proveedores confiables para su transición energética y tecnológica. América Latina aporta:
- minerales críticos (litio, cobre, níquel),
- energía renovable,
- biodiversidad,
- territorio para infraestructura digital.
3. Porque movilizan miles de millones de dólares en inversión
Desde el lanzamiento de Global Gateway, la UE prometió más de 45.000 millones de euros para América Latina y el Caribe.
CAF, por su parte, anunció inversiones por USD 40.000 millones en sostenibilidad y transición verde.
4. Porque coordinan posiciones políticas en un mundo fragmentado
Las cumbres permiten articular posturas comunes frente a temas globales:
- cambio climático,
- comercio,
- digitalización,
- migración,
- gobernanza internacional.
En un escenario geopolítico marcado por tensiones entre grandes potencias, esta alianza funciona como un contrapeso estratégico basado en cooperación y no en confrontación.
5. Porque fortalecen a América Latina como bloque
La CELAC permite que la región negocie con mayor peso, coordinando intereses de casi todos los países latinoamericanos y caribeños.
Para Europa, es más eficiente trabajar con un único interlocutor regional que con decenas de agendas fragmentadas.
Las cumbres CELAC–UE comenzaron en 1999 como un experimento diplomático, pero hoy son un pilar fundamental para la cooperación birregional. Frente a las grandes transiciones globales —energética, digital, climática y geopolítica— esta alianza ofrece una plataforma única para que América Latina y Europa construyan futuro de manera conjunta.













