El Banco Nacional Suizo, uno de los principales accionistas del mundo, ha vendido su participación en Chevron por valor de 711,9 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, según documentos presentados, alegando un desajuste con valores como los derechos humanos fundamentales y el daño ambiental sistemático. El SNB ya se deshizo de su participación de 811 millones de dólares en Royal Dutch Shell a mediados de 2023.
Las desinversiones se producen tras varios años de compromiso por parte de grupos activistas locales y ambientales, así como de comunidades mapuches, que han dado la voz de alarma sobre los daños causados a las poblaciones locales por las inversiones del banco central en combustibles fósiles.
“Tenemos ciertos criterios de exclusión. Decimos que excluimos a las empresas que no se ajustan a los valores fundamentales de Suiza. Por ejemplo, empresas que ignoran los derechos humanos fundamentales, producen armas prohibidas internacionalmente o causan daños medioambientales de forma sistemática. Y hemos ajustado nuestra cartera en este contexto”, declaró el presidente del Banco Nacional Suizo, Martin Schlegel, en una entrevista con el periódico suizo TagesAnzeiger.
El Banco Nacional Suizo tenía inversiones en acciones calculadas en aproximadamente 181.000 millones de francos suizos (206.000 millones de dólares) a marzo de 2025 , lo que lo convierte en uno de los principales accionistas del mundo.
Actúa como inversor pasivo y neutral con respecto al mercado, lo que significa que invierte en los mercados bursátiles internacionales en diferentes divisas y mantiene acciones en proporción a su peso en el mercado, sin participar en la denominada selección de valores ni sobreponderar o infraponderar sectores concretos.
Según el economista suizo Alain Naef, el SNB es el séptimo mayor inversor público del mundo, por lo que sus decisiones de inversión tienen peso.
Hay dos excepciones a esta norma que se han hecho público: el SNB no invierte en grandes bancos (debido a su función como banco central frente al sector financiero) y, a finales de 2020, dejó de invertir en empresas mineras de carbón por “causar sistemáticamente graves daños medioambientales” que violan las normas y valores fundamentales de Suiza.
Aunque el SNB ya salió de su posición en Shell en el verano de 2023, ambas desinversiones se hicieron públicas simultáneamente este mes por una coalición de grupos suizos activos en esta cuestión.
“Hay muchas pruebas de que las grandes empresas petroleras y gasísticas, como Shell, Chevron, Exxon y TotalEnergies, ignoran los derechos humanos fundamentales y causan daños medioambientales de forma sistemática. Las desinversiones del SNB envían una señal clara al sector financiero. Los principales proveedores de servicios financieros, entre cuyos clientes se encuentra el SNB, deben seguir este ejemplo y señalar a las empresas que causan destrucción y daños sistemáticos”, declaró Asti Roesle, coordinadora de la Coalición SNB, Klima-Allianz Schweiz.
Vaca Muerta: pruebas de los daños locales
En 2024, una delegación del pueblo mapuche de Argentina viajó a Suiza para denunciar las inversiones del banco central en Chevron y otras empresas que extraen petróleo y gas en la formación rocosa de Vaca Muerta, alegando terremotos y graves efectos sobre la salud, como “cánceres mortales, enfermedades respiratorias y erupciones cutáneas graves”, causadas por el fracking.
Según un estudio de 2024 de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), con sede en Argentina, se han registrado más de 35 terremotos relacionados con las actividades de Chevron en una zona llamada El Trapial.
“Antes de 2020, cuando Chevron comenzó a realizar fracking cerca de la localidad de Rincón de los Sauces (al norte de la provincia de Neuquén), no se registraron eventos sísmicos en la zona. Desde entonces, se han registrado un total de 38 terremotos en la zona de El Trapial Este desde la llegada de Chevron. Sin fracking, no había terremotos; los temblores llegaron con la fracturación hidráulica”, afirmó el geógrafo Javier Grosso, del Observatorio de Sismicidad Inducida, una organización que monitorea la actividad sísmica en Vaca Muerta.
El Movimiento Suizo por la Justicia Climática y una delegación mapuche exigieron al banco que se adhirió a sus propias directrices de inversión y que deje de invertir en empresas que cometen graves violaciones de los derechos humanos y del medio ambiente.
Los activistas piden ahora al banco central que se desprenda de las participaciones que aún mantiene en ExxonMobil y TotalEnergies.
“El SNB debe cumplir sus propias normas. Salir de Shell y Chevron, que se dedican al fracking y son, por tanto, en parte responsables de los terremotos en Argentina, mientras se mantiene la inversión en ExxonMobil, el mayor productor mundial de plásticos poliméricos que flotan en nuestros océanos, y en TotalEnergies, cuyo proyecto de oleoducto EACOP en África Oriental está vinculado a graves violaciones de los derechos humanos, resulta incoherente. Seguiremos con nuestro compromiso”, afirmó Guillaume Durin, activista de finanzas sostenibles de BreakFree Suisse.
✍️ Fuente: Periodistas por el Planeta
*Más información sobre el papel de Chevron en Vaca Muerta aquí .