En un mundo donde la crisis climática y la degradación de los ecosistemas demandan soluciones urgentes, la Fundación PVBLIC, liderada por Sergio Fernández de Córdova, emerge como un puente estratégico entre el sector privado, los gobiernos y la innovación tecnológica para acelerar el desarrollo sostenible. Con su enfoque en movilizar medios, datos y alianzas transformadoras, PVBLIC ha logrado posicionarse como un actor clave en la construcción de una economía que reconoce a la naturaleza como capital fundamental, un principio central del Summit Nature 2025, la cumbre que hasta el 22 de mayo se está celebrando en el país latinoamericano.
Más allá del PIB: la visión de una economía regenerativa
Fernández de Córdova ha encabezado asociaciones público-privadas, diplomacia multilateral y soluciones tecnológicas y ha liderado desde PVBLIC iniciativas que han impactado a más de dos mil millones de personas, impulsando políticas, inversiones y modelos de gobernanza para fortalecer la resiliencia económica y el desarrollo sostenible.
Desde su perspectiva, la cumbre, que busca institucionalizar un nuevo orden económico bajo el marco Beyond GDP, propone una visión revolucionaria: los ecosistemas no son meras “externalidades”, sino infraestructuras vivas que generan riqueza, resiliencia y estabilidad.
En este contexto, el rol de PVBLIC ha sido fundamental: “Nuestro objetivo es que el capital privado—especialmente el de oficinas familiares (family Offices), fondos patrimoniales y tecnologías emergentes—tenga un rol protagónico como co-diseñador de soluciones“.
Para el inversionista y filántropo, “el trabajo del Banco multilateral que fue apoyado por los países SIDS end el SIDS4 el Development Bank for Resilient Prosperity (DBRP) es complementario y estratégico: un enfoque mano a mano que permite traducir los compromisos de la Cumbre en arquitecturas financieras medibles, con capital desplegado, datos soberanos validados e impacto trazable”.
En ese sentido fue contundente a la hora de responder sobre la meta del Summit Nature 2025: “Llegar a la COP30 con un ecosistema operativo que combine inversión privada, liderazgo público y tecnologías de validación de última generación, en función de una economía basada en la naturaleza“.
Alineado a Fernández De Córdova, el Representante Especial para el Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente de Panamá, Juan Carlos Monterrey, sumó: “La meta concreta de esta cumbre es acelerar la canalización de capital hacia soluciones basadas en la naturaleza, particularmente aquellas que generan beneficios tangibles para la resiliencia climática, la restauración de ecosistemas y la prosperidad de las comunidades locales. Esperamos facilitar nuevos compromisos de financiamiento público y privado por parte de instituciones multilaterales, filantropías estratégicas e inversionistas de impacto”.

Tecnología y datos soberanos: el nodelo PVBLIC
PVBLIC ha trabajado con más de 30 gobiernos y llegado a 100 países, facilitando herramientas que validan el impacto ambiental y social. En Panamá, su labor se alinea con la meta de llegar a la COP30 con un ecosistema operativo que combine:
- Inversión privada en proyectos basados en naturaleza.
- Datos soberanos para rastrear el impacto climático.
- Tecnologías de validación, como activos tokenizados respaldados por ecosistemas.
“Panamá no solo está liderando con hechos, sino con visión. Esta cumbre posiciona al país como arquitecto de una nueva economía basada en activos naturales y alianzas estratégicas. Su enfoque en sostenibilidad, sumado a su diplomacia climática, lo convierte en el escenario perfecto para rediseñar la relación entre naturaleza, finanzas y desarrollo”, analizó el fundador de PVBLIC, quien agregó: “Desde la perspectiva del sector privado, Panamá envía un mensaje poderoso: aquí hay un gobierno dispuesto a colaborar con la inversión global, las oficinas familiares y los pioneros tecnológicos para que la preservación ambiental deje de ser un gasto y se convierta en el motor del crecimiento futuro.
Coincidiendo sobre el rol preponderante de Panamá, Monterrey añadió a la reflexión: “Panamá quiere dejar claro que es posible alinear la conservación de la naturaleza con el crecimiento económico, la justicia climática y el desarrollo inclusivo. Con más del 50% de nuestros océanos y el 30% de nuestro territorio terrestre bajo protección, Panamá no solo habla de sostenibilidad —la vive y la implementa con ambición y compromiso“, y cerró: “Como país carbono negativo y sede de procesos diplomáticos clave como la negociación del Tratado Global sobre Plásticos, queremos invitar al mundo a vernos como un puente entre lo posible y lo urgente. Nuestro mensaje es simple pero contundente: la naturaleza es la infraestructura más valiosa del siglo XXI, y Panamá está lista para liderar con acción, no solo con palabras”.
Hacia la COP30 con hechos concretos
Mientras el mundo avanza hacia la COP30, el trabajo de PVBLIC y la visión del Summit Nature 2025 demuestran que el futuro económico es verde, digital e inclusivo. Con Fernández de Córdova a la cabeza, la fundación sigue siendo catalizadora de un cambio imparable: redefinir el valor de la naturaleza en la economía global.
“La Cumbre posiciona a América Latina no solo como pulmón del planeta, sino como el cerebro de la próxima era económica. Aquí, la región se proyecta como una plataforma de soluciones: desde tecnologías climáticas hasta activos tokenizados respaldados por naturaleza“, enfatizó el inversionista.
Además destacó que con herramientas como el RWNA Exchange, centros de datos soberanos y el marco financiero del DBRP, se está redefiniendo el valor de los ecosistemas dentro del sistema económico global. “De cara a la COP30, estamos demostrando que la región no necesita pedir permiso para liderar—ya lo está haciendo, con alianzas entre gobiernos, inversores, filántropos y tecnólogos comprometidos con una economía regenerativa y resiliente”.