El médico radicado en Cuba Juan Garay Amores, quien es el Jefe de la Sección de Salud Global de Cooperación de la Dirección General de Asociaciones Internacionales (DG INTPA) ―ente responsable de formular la política de asociación internacional y desarrollo de la Unión Europea― dijo que “la crisis climática es la tercera guerra mundial” y que causa “tres veces más muertes que el total de muertes de las guerras del siglo XX”. Para él, esta vez, “las armas son las emisiones y la forma de vida”.
Fue durante la jornada del aniversario número 60 de medicusmundi, que se llamó “Salud Global y Cambio climático”. En su sitio web, aseguraron: “Lo celebramos debatiendo en una Jornada que analiza los efectos que provoca el cambio climático sobre la salud global, los retos de la salud global en un contexto de crisis climática y las perspectivas para los próximos años”.
“Sin atender la salud de nuestra madre Tierra nuestra salud nunca va a estar bien. Solo por el aumento de la temperatura habrá 220 millones de muertes en este siglo”, dijo ayer Garay Amores, en el encuentro. Desde medicusmundi, enfatizaron en que una de las mayores amenazas para la salud global es el cambio climático con consecuencias en la salud: “Sin embargo, son las personas que menos responsabilidad en la emisión de gases efecto invernadero quienes más sufren estas consecuencias. En esta jornada pretendemos viajar en el tiempo y analizar cómo será el estado de la salud planetaria”.
Garay Amores, de la Comisión Europea ―organismo que asegura en su sitio web que su misión es reducir la pobreza, garantizar el desarrollo sostenible e impulsar la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho en todo el mundo― dijo que “la salud es un buen termómetro de cómo el cambio climático está restando vida y matando gente, más que cualquier guerra o enfermedad”.
“Es necesaria una acción internacional. La gobernanza pública tendría que ser mucho más ambiciosa. Donde veo la gran esperanza es en la gente, en la conciencia. No confío en que la respuesta internacional vaya a ser de la escala y el tiempo que necesitamos. Esto es demasiado serio para dejarlo en manos de los políticos. Tenemos que tratar de emitir menos de una tonelada de carbono por persona al año, ahora los europeos emiten siete toneladas al año”, añadió.
“Los compromisos internacionales son mucho menores de lo que es necesario para revertir el desastre climático y natural, es más la conciencia colectiva la que debe cambiar las políticas que al revés. El sistema de salud tiene que cambiar hacia una promoción de formas de vida saludables para las personas y para el planeta. Así, se disminuiría muchísimo el gasto médico y se tendría un excedente enorme de ingresos de PIB y de patrimonio”.
Por su parte, la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente en la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, advirtió: “El cambio climático está teniendo un efecto muy negativo y devastador en nuestra salud con enfermedades por vectores, enfermedades no transmisibles, las olas de calor, etc. El sistema de salud tiene que reformarse y adaptarse a lo que tenemos encima. Necesitamos que los sistemas sanitarios se adapten a las necesidades del siglo XXI, incluyendo adaptación al cambio climático, que sean más resilientes, que se adapten y que sean ‘low carbon'”.
Doble injusticia: social y ambiental
“Doble injusticia, social y ambiental, ya que aquellos que menos contaminan, como los países de África, son los que más van a sufrir las consecuencias”, así lo explicó Juan Garay Amores. Por su parte, el miembro de Action for Community Development (ACODEV), Danny Gotto, añadió: “El cambio climático no es un hecho aislado, es algo que ha ocurrido sobre el telón de fondo de la colonización. Una colonización que ha sido primitiva en el sentido de que fomentó las relaciones extractivas entre África y el Norte global”.
Y concluyó: “El cambio climático ha incrementado el ciclo de las enfermedades. Estas en su mayoría son zoonóticas, pero también algunas son transmitidas por vectores. Han aumentado los cambios de temperatura, ha aumentado la malaria, ha aumentado la psicosis, todo tipo de enfermedades, pero estas son las enfermedades olvidadas. Así que a medida que el clima se vuelve cada vez más hostil las enfermedades siguen aumentando, pero desde la perspectiva global no estamos viendo un aumento de la inversión: el cambio climático se está convirtiendo en otra frontera económica para que la gente haga dinero aprovechándose de las tecnologías que se producen“.