La llamada Ley Conan presentada por el diputado Daniel Arabia (PRO) en colaboración con el Movimiento Sintientes (que mejoró y profundizó la redacción) busca modificar la Ley Benítez, que regula la vida de los animales en Argentina y rige desde hace 70 años. La discusión que hoy tiene lugar en comisiones tiene precedentes ejemplares en países europeos que entendieron que el bienestar animal es una condición sine qua non de cualquier Estado de derechos y modelo de producción.
Los cambios que pide el agro argentino a la Ley Conan
El proyecto argentino propone aumentar la pena de prisión y las multas a quien inflija malos tratos o actos de crueldad a los animales, y también tipificar nuevos delitos que antes no se contemplaban.
Aunque el propio Javier Milei apoyó y celebró el documento, el sector agropecuario arrancó una campaña para trabar algunos de los puntos que modificaría su actual modelo de negocio: el de la explotación animal sin bienestar animal. Es que entre las exigencias de la Ley Conan al agro, se encuentran:
- Alimentar en cantidad y en calidad a los animales: en la actualidad, el engorde intensivo vacuno es realizado a través de feedlots, un sistema que incluye alimento balanceado de engorde, consumo de antibióticos y que encierra a los animales en corrales diseñados para que se mueven poco y coman mucho. Incluso, y aunque esté prohibido, algunas granjas industriales alimentar a los animales con excremento de otros.
- Brindar atención veterinaria.
- No limitar su movilidad a áreas reducidas.
- No intervenirlos quirúrgicamente sin anestesia o sin título veterinario.
Aunque resulte difícil imaginarlo, las primeras dos prácticas no son la regla y las últimas dos, ocurren. De hecho, en muchas instancias, las prácticas son perversas. Así lo han registrado diversas organizaciones que promueven e bienestar animal, las cuales denuncian el uso de la picana eléctrica para movilizarlos a los mataderos, la muerte sin insensibilización previa, los golpes y los mazazos.
Finalmente, el proyecto de ley no aplica solo a los animales domésticos como hoy se quiere hacer creer. El texto presentado aboga por todos los animales sea cual sea su condición.
Los 4 países que ejemplifican contra el maltrato animal
Argentina no va a ser el primer país que discute una ley como la presentada en el Congreso de la Nación. Diversas experiencias legislativas del mundo, en especial de la Unión Europea, han marcado precedente en el trato animal y en impulsar un modelo productivo sin crueldad.
Si hay un país pionero en la materia, ese es Austria. En 2004, se sancionó la ley más avanzada en protección animal. La misma, aprobada por votación unánime, protege principalmente a las aves de corral y otros animales de granja.
Además prohíbe el confinamiento de los pollos a jaulas pequeñas o atar apretadamente el ganado vacuno. El uso de hormonas de crecimiento o antibióticos en la ganadería austriaca como medida preventiva en los piensos también está prohibido.
Finalmente, el país austríaco también elimina alimentar a los rumiantes con harinas de carne y huesos como así también el recorte de las orejas y rabos en ciertas razas de perros.
En en 2019, el Parlamento de Suiza prohibió que se trituren pollitos machos vivos sin valor para la industria de los huevos. Actualmente, y según reporta PACMA, cada año son sacrificados entre 4.000 y 6.000 millones de polluelos que, una vez triturados, sirven para la elaboración de alimento para otros animales.
Por su parte, el Ministerio de Alimentación y Agricultura de Dinamarca restringió la producción de huevos procedentes de gallinas enjauladas a partir de 2023, dando un período de adaptación a la industria para adoptar alternativas.
“Hay mucha gente de la industria, en las grandes cocinas y en la industria farmacéutica, que aún utilizan huevos de gallinas enjauladas. Hemos adoptado la prohibición para acabar con eso, expresó al respecto Rasmus Prehn, ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca.
Finalmente, y aunque existen otras experiencias inspiradoras en el mundo, en Italia los pollitos macho descartados por la industria del huevo dejarán de ser sacrificados para finales de 2026.
¿Podrá la Ley Conan mantener su espíritu y ejemplificar en prácticas de bienestar animal?