El presidente de Brasil, Lula da Silva, y su par de Colombia, Gustavo Petro, fueron las voces latinoamericanas más importantes para reclamar al mundo sobre la crisis climática, en la 79° Asamblea General de Naciones Unidas.
Los mandatarios no sólo pidieron mayor acción climática a nivel mundial sino que también aprovecharon el espacio para criticar el avance de la ultraderecha a nivel global y esbozaron críticas alusivas al presidente argentino Javier Milei.
El presidente brasileño fue uno de los primeros oradores de la jornada en Nueva York y tuvo un encendido discurso por la cuestión climática.
“Estamos condenados a la interdependencia ante el cambio climático. El planeta ya no espera a exigir a la próxima generación y está harto de acuerdos climáticos que no se cumplen, está cansado de objetivos de reducción de emisiones de carbono, de ayuda financiera desatendida a países pobres que nunca llega”, aseguró.
El mandatario de Brasil, que recientemente sufrió trágicas inundaciones en Porto Alegre y enormes incendios en el Amazonas, indicó que su país tiene que “hacer mucho más” para mitigar las consecuencias del cambio climático y prometió erradicar la deforestación para el 2030.
(Leé también: ¿Cuál es el impacto ambiental de una guerra?)
El presidente colombiano, reconocido por su discurso ambientalista, aseguró ante los demás países que “ya no hay más tiempo, los gobiernos son incapaces de detener la extinción de la vida. Hoy hay que escoger si es la vida o es la codicia, si es la humanidad o es el capital”.
“Se han quemado 11 millones de hectáreas en la selva amazónica en tan solo un mes por el calentamiento global”, se quejó el mandatario.
“El 1% más rico de la humanidad es responsable de la crisis climática que avanza, y se opone a acabar el mundo del petróleo y del carbón porque es su propia fuente de riqueza”, planteó Petro y reclamó poner fin a los combustibles fósiles.
“El capital fósil no puede seguir. Los pueblos deben detenerlo, el veneno arrojado en la atmósfera es fatal y las chimeneas que lo emiten deben detenerse. Cada rincón del mundo puede ser una batalla contra esas chimeneas”, sostuvo.
Petro fue el más directo en su crítica del presidente argentino ya que, si bien no lo nombró, resaltó que “en su poder de prohibición y censura gritan: ¡Viva la libertad carajo! Pero es solo la libertad del 1 por ciento más rico de la población mundial“, en alusión a la frase característica de Milei.
“Su sentir mercantil y libre lleva a la destrucción de la atmósfera y de la vida”, remarcó en una crítica al presidente libertario.
Por su parte, Lula aseguró que “en Brasil defender la democracia conlleva a actuar contra ataques extremistas, mesiánicos y totalitarios que difunden el odio y el resentimiento”.
“En un mundo globalizado no tiene sentido recurrir a patriotas falsos, a aquellos que desean aislarnos, ni tampoco tiene sentido recurrir a experimentos ultraliberales que no hacen más que empeorar las dificultades de un continente empobrecido”, resaltó el brasileño.
Se proclamó la Declaración de Buenos Aires sobre la Personalidad Jurídica de los Animales No…
Desde el 28 de octubre, diversos pueblos latinoamericanos rinden homenaje a sus muertos. El alma…
¿Cuáles son y dónde están los empleos de futuro? Tres segmentos ocupacionales merecen especial atención:…
Argentina puede ocupar un lugar estratégico en el escenario global. Sin embargo, es imprescindible salir…
A días de la Solemnidad de todos los Santos, el Movimiento Laudato Sí y la…
La transición energética exige una cosmovisión totalmente diferente sobre lo que producimos y cómo lo…