Uno de cada cuatro argentinos cree que su teléfono celular es más importante que sus amigos o familiares. Además, un 5% admite haberlo usado incluso durante relaciones sexuales con sus parejas. Este fenómeno tiene nombre y se llama “nomofobia”, una abreviatura en inglés de “no mobile phone phobia” (fobia de no tener el teléfono celular).
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El estudio, realizado por Nomophobia.com y llevado a cabo en seis países latinoamericanos, incluyendo Argentina, muestra cómo los celulares se han vuelto una parte indispensable de la vida cotidiana. Los datos obtenidos muestran una integración tan profunda de estos dispositivos en nuestras rutinas diarias que roza lo excesivo.
Cabe mencionar que el término “nomofobia” fue acuñado en 2008, cuando comenzaban a verse los primeros efectos de esta fobia de no tener teléfono celular.
La dependencia digital enciende las alarmas
La investigación reveló que el 62% de los argentinos cree que utiliza su teléfono de manera excesiva y el 78% de los latinoamericanos reconoce su dependencia de los celulares para las actividades diarias. Tal es así, que el 23% de los encuestados en América Latina considera que su teléfono es más importante que sus amigos o familiares, con cifras más altas en Brasil (29%) y Argentina (25%).
Además, el 28% de los argentinos encuestados admite usarlo durante reuniones laborales, el 19% al conducir, y un 5% incluso durante relaciones sexuales.
Incluso, su utilización en lugares comunes es elevado: 78% en salas de espera, 63% en restaurantes y 62% durante comidas con la pareja, familia o amigos.
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Pero la conexión constante tiene sus costos: el 26% de los consultados tuvo problemas personales o profesionales por usar el teléfono, y el 11% ha perdido su trabajo debido a su comportamiento con el celular.
¿Cuáles son los síntomas y consecuencias de la nomofobia?
Los encuestados admitieron sentir insomnio, sequedad ocular, dolor de espalda y de cuello, entre otras dolencias. Pero además, es importante tener en cuenta que la dependencia del celular también impacta en la salud —tanto mental como física— y puede llevar al aislamiento social y al descuido de relaciones familiares y amistades.