Comer huevos de chocolate es una tradición compuesta por dos factores: uno religioso y otro cultural. Te contamos la historia de por qué en las Pascuas se acostumbra comer y regalar estos productos.
Muchos niños (y algunos adultos) esperan que llegue el domingo de Pascuas de Resurrección para comer huevos de chocolates. ¿Por qué la Semana Santa termina de este modo?
Por la parte religiosa cristiana, el huevo simboliza la resurrección de Jesús. Su forma ovalada refiere al infinito y la ruptura de la cáscara representa el nacimiento a una nueva vida.
Muchos feligreses, durante la Cuaresma (los 40 días previos a la Pascua), se abstenían antiguamente (aunque esta práctica continúa en algunas partes) de comer carne y huevos. Así, el Domingo de Resurrección regalaban huevos decorados como muestra de alegría por la resurrección de Jesús.
Por otro lado, para muchas culturas, el huevo representaba la fertilidad y la llegada de la primavera. Así, este alimento se regalaba para celebrar la nueva estación del año. Esto en el hemisferio norte, ya que en el sur, la fecha coincide con la venida del otoño.
Sin embargo, el furor por los huevos de chocolate nació a mediados del siglo XIX, cuando su producción en masa se volvió más accesible. Con el paso del tiempo, regalar y comer huevos de chocolate en las Pascuas se convirtió en una nueva tradición. Pero esta vez, por el mercado que vio un negocio donde antes había una celebración.