¿Se puede producir infinitamente en un planeta finito? La respuesta es no, pero, aunque parezca obvia, el mundo actúa como si no la supiera. Frente a la economía lineal que consiste en extraer recursos naturales, utilizarlos y arrojarlos de nuevo a la tierra como si fuesen basura, la economía circular propone un paradigma en armonía con la naturaleza.
La economía actual predominante es lineal: extracción, producción, consumo y desperdicio. Este modo de vida contamina y agota los recursos antes de que el planeta pueda recuperarse. Por su parte, la economía circular alienta un flujo constante, en el que los residuos puedan ser utilizados como recursos para reingresar al sistema productivo. Entonces, la economía circular es un paradigma que busca modificar la forma en que se produce y se consume.
El modelo tradicional está “agotado”, asegura la guía de la asociación civil sin fines de lucro, Ecoplas, en su guía “Los Plásticos en la Economía Circular”, y agrega: “Se puso en práctica a partir de la Revolución Industrial en el siglo XVIII”. También, explica que “es perjudicial e insostenible con el ritmo de consumo actual y sus consecuencias para el planeta”.
Mirá también: “Reciclado de plásticos: Argentina recuperó 343.000 toneladas en 2022”
“En cambio, en la economía circular, los recursos se utilizan el mayor tiempo posible, se extrae su máximo valor, se recuperan y se regeneran productos y materiales al final de su vida útil. Como resultado, una economía circular significa, también, una forma de mejorar la competitividad y la eficiencia de los recursos disponibles”, suma.
En conclusión, hablar de economía circular es hablar de un triple impacto positivo, tanto en lo social, como en lo económico y lo ambiental. Su objetivo es alargar la vida de los recursos del planeta, los materiales y los productos, para que se mantengan en la economía durante el mayor tiempo y, de esta forma, reducir la generación de residuos y de emisiones. La circularidad hace que los residuos se conviertan en un recurso para iniciar nuevos ciclos productivos. “En este sentido, se inspira en la naturaleza, donde no existe el concepto de desperdicio sino que todo es un insumo para iniciar otro proceso”, resume el informe.