“A veces ser lentos es mejor”, así justifica su invento el profesor de robótica Magnus Egerstedt. Inspirado en la ciencia, los animales y la tecnología, un grupo de ingenieros del Instituto de Tecnología de Georgia creó este robot perezoso que busca monitorear a las especies que están en peligro de extinción, sin intervenir en su entorno natural.
El llamado “Slothbot” viviría entre los árboles y se camuflaría con la naturaleza. Su diseño permite aprovechar el almacenamiento de energía de los perezosos para ingresar en los ecosistemas y monitorear el estado del ambiente y las especies que están en peligro de extinción. Luego, entregaría los resultados obtenidos para ser analizados y tomar medidas a favor de la conservación de la biodiversidad.
Cómo funciona Slothbot: el robot que parece un perezoso
Este robot perezoso fue ideado cuando el especialista en robótica, Magnus Egerstedt, viajó a Costa Rica y se maravilló con el estilo de vida y las estrategias de supervivencia de los perezosos.
Luego de analizar su comportamiento, Egerstedt creó este robot perezoso junto a un grupo de estudiantes, que pone la tecnología a favor del cuidado del ambiente. Así, el Slothbot se encarga de monitorear la temperatura, las condiciones meteorológicas, los niveles de dióxido de carbono y otros datos esenciales para la conservación de las especies. Estas son las características más innovadoras del invento:
- Se desplaza por un cable extendido entre dos árboles, a lo largo de 12 hectáreas en el Jardín Botánico de Atlanta.
- Usa paneles solares y una tecnología innovadora de almacenamiento de energía. Cuando sus baterías necesitan recargarse, el robot localiza la luz del sol y carga energía.
- Tal como los perezosos reales, el Slothbot está programado para moverse solo cuando sea necesario.
El proyecto fue incorporado en el Jardín Botánico de Atlanta para aportar a la conservación de especies. A pesar de que el profesor Egerstedt y sus estudiantes esperaban que el Slothbot sobreviviera solo unos meses, se llevaron una grata sorpresa. El robot perezoso logró anteponerse a bajas temperaturas, noches frías y otras adversidades del ambiente. Así, tal como comparte en este video la el canal de tecnología de Georgia, el robot duró 13 meses en funcionamiento.
Con ese panorama a futuro, el Slothbot podría ser un excelente invento aplicable a otros ecosistemas.