Los clubes deportivos y barriales son entornos que no solamente fomentan la actividad física sino que además promueven el desarrollo social y el sentido de la comunidad. Los beneficios que aporta el hecho de pertenecer a una entidad van más allá de lo físico y lo vincular. Quien posee el título de “socio” de cualquier establecimiento sabe perfectamente el valor de la cohesión social. ¿Y qué ocurre cuando se pierde esto?
Con el fin de apoyar el desarrollo deportivo de las nuevas generaciones en los tradicionales clubes de barrio, nació una campaña liderada por Topper que busca fomentar el regreso a estas instituciones mediante la mejora de las instalaciones y el aporte de materiales clave para su funcionamiento.
La iniciativa solidaria se denomina “Volvamos a los clubes” y busca brindar apoyo a instituciones barriales, sociales y deportivas en toda la Argentina a través de donaciones y sustentos tangibles e intangibles. Además de fortalecer estas entidades, esta campaña busca darle acceso a quienes no tienen los recursos materiales para llevar a cabo un deporte dentro de su barrio.
En esta temporada, la marca deportiva desembarcó en el Club Social y Deportivo Costa Azul de Chapadmalal, a 23 kilómetros de Mar del Plata. Si bien ya estuvo presente en Jujuy, Córdoba, Tucumán y Buenos Aires, en esta oportunidad le tocó a una entidad muy especial que nació hace 20 años de la mano de un grupo de jóvenes que decidió reinventar un antiguo club de bochas. Hoy día es un club de fútbol, y gracias a Topper, recibió indumentaria, material de entrenamiento, arcos, redes, aros de básquet, entre otros elementos. Además, se comprometió a mejorar la infraestructura del club para que tanto chicos como chicas sigan apostando a los clubes de barrio desde pequeños.
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