Argentina registró el julio más seco en 35 años. Así lo confirmó el Servicio Meteorológico Nacional que, además, encontró que fue el segundo julio más seco desde que hay registros, solo por detrás del mismo mes de 1988.
Entre olas de frío extremo en diversas partes del país y temperaturas cálidas históricas que registraron el día más caluroso de julio a nivel global, a la inestabilidad de julio se le sumaron escasas precipitaciones en casi todo el territorio argentino.
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Argentina: el julio más seco en 35 años
El Servicio Meteorológico Nacional analizó las precipitaciones de julio a nivel nacional y encontró un “claro predominio de anomalías negativas”. Esto llevó a que localidades como Concordia o Buenos Aires, registraran las precipitaciones mensuales más bajas en 60 años, con 7.00 mm y 3.6 mm respectivamente.
A nivel nacional, el mes de 2024 fue el segundo julio más seco desde que hay registros y el más seco en 35 años.
Según el SMN, los únicos sitios del país que registraron “acumulados de lluvias apreciables” fueron el norte de Misiones y algunas zonas de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Estas condiciones, que afectan principalmente al sector agrícola, tenderán a seguir durante el período septiembre-octubre de 2024. Así lo indicó el informe el último informe del SMN que anticipa condiciones más cálidas y con pocas lluvias.
Según un reporte del Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, el trigo implantado en la provincia sufrió de las escasas precipitaciones al duplicarse la superficie en regular y mal estado. El informe indicó que las heladas y la sequía llevó a que las plantaciones en mal estado pasen de ser 48 mil hectáreas a 102 mil hectáreas.
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Julio polar: ola de frío más extrema en 20 años
Según indicó el SMN, en julio predominaron “temperaturas anómalamente frías en gran parte del país”. Principalmente, durante la primera quincena del mes, que estuvo protagonizada por olas de frío.
Julio tuvo “temperaturas muy cercanas a las mínimas históricas e incluso más bajas para algunas localidades”. Evidencia de esto fueron zonas como Gualeguaychú, Entre Ríos, que registró su mínimo histórico en -7.6°C el 9 de julio.
En Ciudad de Buenos Aires se registraron picos de temperaturas extremas. Durante julio, CABA registró 4 mañanas con temperaturas bajo cero, algo que no ocurría desde el invierno de 1980.
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Sin embargo, también estuvieron presentes las temperaturas elevadas, típicas de los inviernos más cálidos potenciados por el cambio climático. En la segunda parte del mes, predominaron condiciones más cálidas de lo habitual.
En la Patagonia, por ejemplo, hubo récords de temperaturas máximas diarias. Ejemplo de esto fue el Perito Moreno, donde se ubica el mítico glaciar argentino, que registró 17.7°C el 23 de julio, en pleno invierno argentino.
Cambio climático y sequía: ¿existe una relación?
Fenómenos extremos como la sequía suelen relacionarse al cambio climático. Sin embargo, la escasez de precipitaciones está influenciada directamente por fenómenos de variación climática como el fenómeno de La Niña.
Según un análisis de atribución realizado por el World Weather Attribution (WWA) en torno a la sequía de 2022, “no se encontró evidencia suficiente de que esto se deba al cambio climático”.
Para cuantificar el efecto que tuvo el cambio climático antropogénico sobre la escasez de precipitaciones, se comparó la situación de 2022 con el clima del pasado. La ciencia descubrió que, en una actualidad sin cambio climático, las posibilidades de que sea tan poca la precipitación rondaban el 5 %, pero no encontraron evidencia exacta de que la causa fuera el cambio climático.
Más bien, los expertos pusieron énfasis en fenómenos como La Niña, que durante 2022 incrementó las posibilidades de altas temperaturas y baja precipitación.
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