La industria del cuero es muy contaminante por la cantidad de agua que requieren las curtiembres para limpiarlo. Además, la necesidad de un cuero ecológico también proviene de las personas que exigen que se termine la explotación animal.
En Países Bajos, un proyecto supo ver este problema con un agregado: veía que eran muchos los mangos que se terminaban desechando por no estar en condiciones para poder venderse, entonces se les ocurrió crear cuero a partir de estas frutas.
El emprendimiento de economía circular se llama Fruit Leather. Además de evitar el desperdicio de alimentos, no usa químicos que contaminen el ambiente y afecte a las personas.
De mangos a cuero ecológico
El paso a paso de este proceso de reciclaje:
- Primero recolectan mangos que iban a ser desechados.
- Después una máquina les saca los carozos y los procesa para obtener pulpa.
- Le agregan aditivos para lograr un material similar al cuero.
- Colocan la mezcla en una bandeja y la dejan secar.
- Por último, recubren esta lámina con un protector, la meten en un horno para que se seque y ¡listo!
- Con este cuero vegetal fabrican productos como carteras, zapatillas, billeteras e incluso relojes.
Fruit Leather no usa químicos para teñir el material y evita sustancias tóxicas tanto para el ambiente como para las personas. Del otro lado de la vereda, en la industria del cuero tradicional, usan químicos para teñir los cueros que son tóxicos tanto para el ambiente como para las personas que trabajan allí.
Y vos, ¿usarías productos hechos con cuero de mango?