La orina humana tiene la función clave de eliminar desechos del cuerpo: es un líquido que se produce en los riñones tras el proceso de filtración de la sangre. Sin embargo, sirve como fertilizante para las plantas y un nuevo estudio científico dio resultados impactantes: podría usarse para fertilizar la luna y el planeta Marte. ¿De qué manera?
El pis contiene nitrógeno, fósforo y potasio, nutrientes esenciales para las plantas. No obstante, no se puede utilizar sin cuidados. No solo se debe diluir antes de usarlo, sino que no es estéril y puede contener bacterias, por lo que hay que contar con estudios para su buen uso.
Un estudio revolucionario: la orina humana como fertilizante en regolito lunar o marciano
La luna tiene un suelo particular, denominado “suelo lunar” o “regolito lunar”. La palabra “regolito” hace referencia a la capa de materiales no consolidados, alterados, como fragmentos de roca y granos minerales, que se ubica sobre roca sólida inalterada. En otras palabras, es la capa de fragmentos minerales y roca suelta que no forman todavía un suelo.
Lo mismo sucede con Marte: el suelo marciano tiene una capa superficial de fino regolito.
¿Y qué tiene que ver el pis con todo esto?
Es que un estudio publicado en Open Agriculture, elaborado por un equipo de investigación de la Universidad de Wageningen, se dio cuenta de que es un muy buen fertilizante para estos suelos extraterrestres.
Este grupo de expertos estudia el posible desarrollo de un ecosistema agrícola circular y sostenible para la producción de alimentos en otros mundos, pero con recursos locales.
Los científicos descubrieron que, aplicando orina humana en forma de estruvita (un mineral), se estimula el crecimiento de judías verdes o chauchas, en sustratos similares al regolito lunar y marciano.
Chauchas fertilizadas con pis: el paso a paso
“La orina humana que utilizamos en el estudio se recogió de baños portátiles en festivales en Ámsterdam. Se puede imaginar que en la orina hay todo tipo de sustancias que no nos gustaría utilizar en fertilizantes para cultivos”, dijo el investigador principal del estudio, Wieger Wamelink, según difundió Europa Press.
Y continuó: “Así que utilizamos en su lugar estruvita, un mineral que se extrae de la orina humana y está compuesto de magnesio, amonio y fosfato y que es casi 100% puro, por lo que no trae consigo ninguna contaminación, como restos de medicamentos o fármacos. Libera los nutrientes lentamente durante todo el período de crecimiento”.
Los regolitos de la luna y de Marte carecen de cantidades importantes de amonio, nitrato y fosfato, que son nutrientes esenciales para el correcto crecimiento de las plantas. Así que el pis humano resultó ser un fertilizante “excelente”.
No obstante, las chauchas no se pudieron comer porque en el momento de la cosecha no estaba permitido el uso de estruvita en los cultivos como fertilizante. Además, los regolitos no son sustratos aptos para cultivar y comer los alimentos que allí crezcan porque poseen metales venenosos y puede afectar a la salud de las plantas y de las personas que las consuman.
Aún se necesita más información para que el proyecto sea un éxito.
Un proyecto alimenticio: por más más suelos productivos regenerativos
La misión de los investigadores es crear un ecosistema agrícola cerrado y sostenible. Es que en Marte y en la luna solo hay hielo y regolito sin materia orgánica, es decir, no hay suelo fértil.
Sin embargo, su objetivo no es solo extraterrestre. “Aplicando estruvita extraída de la orina humana, podemos completar uno de los pasos del círculo dorado del crecimiento de los cultivos en Marte y la Luna, pero también aquí en la Tierra“, cerró Wamelink.
Su finalidad es hacer una cúpula, una instalación innovadora que permita cultivar en interiores, en un sistema circular. Y este proyecto alimenticio quieren además ponerlo en práctica en el planeta Tierra, por ejemplo, en los desiertos o en el Polo Sur.