En un contexto de cambio climático, las enfermedades infecciosas son una problemática cada vez más alarmante. Así lo demuestra la ameba devoradora de cerebros, un tipo de meningoencefalitis fatal que crece a tasas preocupantes, año tras año.
Según la ciencia, el aumento de las temperaturas podría estar propiciando la expansión de esta enfermedad que tiene una tasa de mortalidad del 97%, genera alucinaciones y puede llevar al estado de coma, tal como indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
¿Qué causa la ameba devoradora de cerebros?
Así se le llama a la meningoencefalitis amebiana primaria (PAM), una infección cerebral que genera cada vez más muertes en distintas partes del mundo.
Presente en cuerpos de agua dulce templada como lagos, ríos y aguas termales, la Naegleria fowleri es una ameba que crece en aguas que no reciben el mantenimiento adecuado, según explican los CDC. Por eso, situaciones como nadar o bucear en un lago, río u otro cuerpo de agua dulce durante los meses de verano, pueden ser altamente riesgosas.
Si el agua que contiene la ameba entra por la nariz, la Naegleria fowleri sube al cerebro y en un principio causa dolor de cabeza, fiebre, náuseas y vómitos. Pero “la enfermedad evoluciona rápidamente” y empiezan a aparecer síntomas como rigidez del cuello, confusión, pérdida del equilibrio y alucinaciones. Generalmente, causa el coma y la muerte a los 5 días.
Y aunque es una enfermedad poco común, la tasa de infección aumenta 4,5% cada año, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). 20 personas mueren anualmente en Pakistán debido a esta ameba y en 2024 se han notificado severas infecciones en India, Israel y EEUU. En este último país, cada vez se presentan más casos debido a la expansión hacia el norte por el cambio climático, según un estudio publicado en la Revista de Salud Pública de Ohio (OJPH).
Infecciones y cambio climático: una amenaza de salud pública
La ameba devoradora de cerebros ya ha sido diagnosticada en al menos 39 países, según el NIH. Y en la mayoría de los casos (85%), la infección se ha registrado durante las estaciones cálidas, calurosas o de verano, tal como indican los CDC.
En este sentido, el aumento de la temperatura global es un factor determinante para la aparición de esta infección mortal.
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Así lo confirman varios estudios científicos que alarmaron, por ejemplo, respecto a la expansión de la meningoencefalitis amebiana en los climas del norte. Otro estudio paquistaní, publicado en Frontiers, demostró que “las olas de calor cada vez más graves proporcionan temperaturas adecuadas” para la aparición de esta enfermedad.
Sin embargo, no solo la ameba devoradora de cerebros se desarrolla con mayor comodidad en climas cálidos: “De 375 enfermedades que se considera que tienen un impacto medible en la humanidad, el 58% mostró evidencia de un aumento en la gravedad que puede vincularse con el cambio climático“, según informan los Institutos Nacionales de Salud.
Tal como confirma la ciencia en un estudio publicado en la Revista de la Asociación de Microbiología Médica y Enfermedades Infecciosas de Canadá, “A medida que la temperatura global siga aumentando, es probable que veamos más efectos en las tendencias de las enfermedades infecciosas”.