La alcaldesa de París nadó en el Sena y cumplió su promesa de sumergirse en el mítico río francés para corroborar su salubridad. A nueve días del comienzo de los Juegos Olímpicos, Hidalgo entró al agua a la vista de cientos de espectadores y acompañada por otros nadadores y referentes políticos.
El fin de semana pasado, la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudea-Castera, había dado el primer paso al sumergirse en las aguas del Sena que, según dicen, está apto para que los nadadores de los Juegos Olímpicos compitan.
Entre sonrisas y fotos aseguradas, estas fueron las mejores imágenes que dejó el nado de Anne Hidalgo en el Sena:
Las mejores fotos del nado de la alcaldesa de París en el Sena
Anne Hidalgo entró al agua acompañada por el presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de París, Tony Estanguet; el prefecto de Isla de Francia, Marc Guillaume; y el concejal de Deportes de París, Pierre Rabadan, según informó BFMTV.
Sin embargo, a pesar del gesto simbólico que busca demostrar la salubridad del Sena, nadie aún ha confirmado al 100% que el río parisino está plenamente libre de bacterias.
En este sentido, la campaña “Me cago en el Sena” organizó una movida ciudadana para que cientos de personas arrojen sus heces al río y así arruinar los planes de descontaminación del Gobierno.
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“Me cago en el Sena”: heces en el río, a días de los Juegos Olímpicos de París
La gran inversión de 1400 millones de dólares que destinó el Gobierno, fue el detonante que enojó a muchos ciudadanos franceses y desembocó en la campaña “Me cago en el Sena”.
Cientos de personas creían que esa suma de dinero se podría haber destinado a fines más sociales y humanos que el refaccionamiento del Sena para los Juegos Olímpicos de París. Y, aunque no se vieron imágenes de nadie defecando en el Sena, se realizaron análisis recientes para comprobar la salubridad y los mismos arrojaron que había ‘altísimos niveles de bacterias fecales’.
Los resultados pueden deberse a las heces de los animales que habitan el Sena, o por la caca de las mismas personas. Aúna sí, el río que atraviesa París aún sigue en controversia por su estado de limpieza.