El activismo ambiental, a pesar de ser una de las herramientas clave en la lucha contra el cambio climático y a favor de la naturaleza, representa cada vez más riesgos.
Solo entre 2012 y 2023, fueron asesinadas 2106 personas por hablar en nombre del ambiente. Pero ese es únicamente el registro que la ONG Global Witness ha logrado recolectar ya que, según estiman, “es probable que el número real de casos sea mayor”.
En esta situación, América Latina registra sistemáticamente el mayor número de asesinatos documentados de personas defensoras de la naturaleza: en 2023, el 85% de todos los casos globales estuvieron concentrados allí.
Con 4 países a la cabeza, que concentran más del 70% de los asesinatos como arma de silenciamiento, estos son los 10 países más peligrosos para los activistas ambientales:
Los 10 países con más asesinatos a activistas ambientales
La ONG Global Witness trabaja desde 1993 para romper los vínculos entre la explotación de recursos naturales, los conflictos, la pobreza, la corrupción y los abusos de los derechos humanos en todo el mundo.
Según su último informe, titulado “Voces silenciadas: La violencia contra las personas defensoras de la tierra y el medioambiente” (2024), de los 10 países donde ocurren más asesinatos a activistas ambientales, 8 se encuentran en América Latina y el Caribe:
- Colombia: en 2023 murieron 79 activistas ambientales.
- Brasil: 25 víctimas en 2023.
- Honduras: 18 víctimas en 2023.
- México: 18 víctimas en 2023.
- Filipinas: 17 víctimas en 2023.
- Nicaragua: 17 víctimas en 2023.
- India: 5 víctimas en 2023.
- Guatemala: 4 víctimas en 2023.
- Panamá: 4 víctimas en 2023.
- Perú: 4 víctimas en 2023.
Dentro de estas muertes, los pueblos indígenas demuestran ser los más vulnerados: de las personas asesinadas en 2023, el 43% eran indígenas.
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Los pueblos indígenas y afrodescendientes: los más afectados
Conectados con la naturaleza, los pueblos indígenas son la voz original del ambiente ya que, durante milenios, han acumulado sabiduría, conocimientos y buenas prácticas. Sus planteamientos, fundamentados en un profundo respeto por el mundo natural, suelen ofrecer las formas más eficaces para un desarrollo armónico con la naturaleza y para lograr la mitigación, la adaptación y la resiliencia frente del cambio climático.
Sin embargo, son las comunidades más silenciadas. Entre 2012 y 2023, se asesinó a 766 indígenas, lo que supone el 36% de todos los asesinatos de personas que defienden activamente al medioambiente, según Global Witness.
Entre la creciente fiebre por la tierra y la explotación ilimitada y desregulada de los recursos naturales, cada una de estas muertes (que demuestra una tendencia creciente) vuelve al mundo más vulnerable ante la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, tal como afirma la ONG.