La humanidad no va a destruir el planeta, ni puede hacerlo. La COP28 ―Conferencia de las Partes sobre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)― es la cumbre climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de este año, que se llevará a cabo a partir de mañana, 30 de noviembre, hasta el 12 de diciembre. Su objetivo es cumplir con el Acuerdo de París: restringir el calentamiento global a “muy por debajo de 2°C” y “proseguir los esfuerzos” para mantenerlo en 1,5°C. Pero su misión no es “salvar al mundo”, sino salvar a la humanidad de ella misma.
¿Por qué entonces se habla de la especie humana como la que es capaz de “extinguirlo todo”? Porque sus acciones, que generan emisiones desenfrenadas de gases de efecto invernadero a la atmósfera (GEI), daña no solo a las personas, sino también a otros seres vivos que co-habitan el planeta Tierra. Se llama a este momento la sexta extinción masiva de especies.
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Cambio climático y la Sexta Extinción Masiva de Especies
Una extinción masiva es que, en un breve período de tiempo geológico (puede durar miles de años, pero es corto en relación a la edad planetaria), se extingue un gran porcentaje de la biodiversidad o de distintas especies (bacterias, plantas, hongos, aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces, invertebrados). La última fue hace 65.5 millones de años y extinguió a los dinosaurios. Sin embargo, ahora los expertos creen que se está atravesando por la sexta.
Esta vez no es un meteorito u otra causa natural, sino por los seres humanos. Principalmente se debe a la quema descontrolada de combustibles fósiles, al insostenible uso de la tierra (como la aplicación de agroquímicos y la deforestación), el uso del agua y la contaminación.
COP28: el testimonio de los jóvenes líderes climáticos
Lejos, muy lejos, del estereotipo de “ambientalista” como alguien “hippie”, los testimonios de activistas climáticos compilados por la ONG Eco House Global y las Naciones Unidas, especialmente de los del Sur Global, son muy angustiantes. No se trata de jóvenes preocupados, sino de personas ocupadas en afrontar el cambio climático para poder tener una mejor calidad de vida y un futuro sano para sus hijos.
“Mi comunidad se inundó por primera vez en 2015, fue la primera vez que eso sucedió, desde que mi abuela tiene memoria. Esto lleva al punto donde tenemos que ver los efectos de la crisis climática, para que podamos tener impacto en las negociaciones”, dijo Xiye Bastida, activista mexicana, en el ciclo de entrevistas que realizaron EHG y la ONU en la anterior COP27.
Por su parte, Okalani Moriner, de Samoa, dijo: “He experimentado más desastres naturales en mi vida que mis padres en toda su vida”. Las palabras de Ilyess El Kortbi, de Ucrania, también son contundentes: “Lo que está pasando está mal. No quería ser un activista, no quería estar acá (en las negociaciones de la COP27), solo quería ser un artista y continuar con mis estudios, pero siento que no tengo. Una vez que supe del problema ambiental, ya no pude dar un paso atrás”.
Mitzi Jonelle Tan, de Filipinas: “Hay chicos que están creciendo con miedo de que sus piezas se inunden, vimos gente arriba de los techos. Vimos gente siendo arrastrada por inundaciones y tormentas. Comunidades y ciudades enteras fueron siendo consumidas por el agua”.
Elizabeth Gulugulu, de Zimbabue: “Creo que los líderes actuales están muy lejos de la realidad. Todo es sobre dinero y no acerca de las cosas que se necesitan para salvar a la humanidad”.
Una nueva conferencia, ¿una nueva oportunidad?
La COP28 se hará en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en la Expo City Dubái, un recinto en el sur de la ciudad construido para la Exposición Universal de 2020. El reclamo del Sur Global está prácticamente consensuado: que los países ricos (los más desarrollados y quienes más GEI emitieron a la atmósfera y contribuyeron al cambio climático) cumplan su promesa del financiamiento climático, los famosos 100 000 millones de dólares anuales para ayudar a los países más vulnerabilizados a que puedan adoptar medidas de adaptación y mitigación.
Otro de los puntos clave será el intercambio de deuda por la mitigación del clima.