Es común encontrarse con una fruta que tenga una parte golpeada o podrida y usualmente se les corta ese pedazo en mal estado y se come el resto de la pieza. Sin embargo, los especialistas advierten que hay riesgos para la salud en este tipo de productos y explican que hay una serie de recaudos que hay que tomar.
Qué hacer con las frutas en mal estado o “podridas”
“Hay que comprender que cuando vemos una alteración en un alimento como cambios de color, crecimiento de hongos y mohos, nos indica que ese alimento ya no es apto para consumo”, dijo a EcoNews el ingeniero químico Matías Hallu.
“Nosotros vemos los hongos en una parte de la fruta, pero eso no significa que los hongos estén específicamente en ese sector, sino que pueden haber invadido todo el alimento por más que no lo veamos”, advirtió el especialista.
Los recaudos que hay que tomar
Al comer frutas hay que tomar una serie de recaudos que ayudan a evitar futuros problemas de salud. “Hay que mirar el estado general de las frutas, es importante que no estén golpeadas ni presenten cambios de color. Las frutas golpeadas se degradan a una velocidad mucho mayor que las que están en buen estado, ya que pierden la protección que su cáscara les otorga de forma natural y permite el ingreso de microorganismos. La fruta también es alimento para las bacterias”, aseguró el ingeniero.
Los especialistas también recomiendan cuidar la temperatura de conservación y mirar bien el estado en el que están previo a comprarlas.
“No todas las frutas se conservan mejor en la heladera, conviene informarse sobre la temperatura ideal para cada fruta en particular. Por ejemplo, una banana se conserva idealmente a 14°C, a esa temperatura puede durar entre 7 y hasta 28 días”, aclaró Hallu.