La industria energética mundial es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con un 73% del total de emisiones. La necesidad de generar energía limpia sostenible y eficiente ha motivado a los expertos a innovar y hallar alternativas como el nuevo método que convierte el agua salada en hidrógeno verde usando solo la luz del sol.
Lo mejor de todo este proceso es que no se necesita ningún tratamiento previo del agua, lo que hace que el proceso sea más eficiente y sostenible.
¿Cómo funciona? La técnica se basa en una reacción llamada “división fotocatalítica global del agua” (POWS). La luz solar golpea un material especial llamado fotocatalizador, que descompone el agua en sus dos componentes: hidrógeno y oxígeno.
Los científicos probaron la técnica con agua de mar de diferentes regiones del mundo, y descubrieron que el agua del Mar Muerto, con su alto contenido de sal, era la que mejor funcionaba. Esto significa que incluso las aguas más saladas pueden ser utilizadas para generar energía limpia.
“El hidrógeno es una alternativa prometedora a los combustibles fósiles tradicionales. No solo es ligero y altamente reactivo, sino que también puede generarse mediante vías limpias y renovables. Un método prometedor de generación de hidrógeno “verde” implica la división fotocatalítica del agua de mar, que utiliza luz para impulsar la conversión de hidrógeno y oxígeno del agua”, explica la revista Nature en su posteo de instagram sobre un reciente artículo publicado en Nature Catalysis.
Este avance es un gran paso hacia el desarrollo de una fuente de energía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. El hidrógeno y el oxígeno producidos a partir del agua de mar pueden usarse para alimentar vehículos, generar electricidad o incluso producir combustible para aviones.
Energía limpia y eficiencia hídrica:
La crisis hídrica es una de las problemáticas más alarmantes del futuro. Para 2025, se estima que 1.800 millones de personas vivirán en países o regiones con escasez absoluta de agua mientras que, en forma paralela, para 2050, se espera que la demanda de agua aumente en un 20-30%. De ahí la urgencia de desarrollar combustibles limpios que minimicen al máximo posible el impacto socioambiental.
“El uso de grandes cantidades de agua pura para la producción de H 2 puede agravar la escasez de recursos de agua dulce, mientras que tratar el agua impura hasta un nivel de pureza, incluida la desalinización y la desionización, aumentará el costo de operación y mantenimiento de esta tecnología”, subraya la investigación del experto de la Universidad de Oxford, Yiyang Li.
Según agrega el científico, el 95% de los recursos hídricos de la Tierra residen en mares y océanos, por lo que la división del agua de mar impulsada por energía solar se ha convertido en una vía prometedora para la producción verde de hídrogeno.
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