En España, el uso de animales en actividades turísticas, como los trayectos en calesas en Sevilla o Córdoba y los paseos a lomos de dromedario en Maspalomas, carece de normativa estatal que regule su bienestar. Esta situación, descrita por las asociaciones animalistas como un “reino de taifas“, pone en riesgo la salud y la vida de estos animales.
En ese sentido, el Partido Animalista con el Medio Ambiente (PACMA) declaró a EFE Verde que en este tipo de empleo animal se exigen “durísimas condiciones” que “pueden provocar su sufrimiento e, incluso, la muerte”.
El exceso de peso, las altas temperaturas y el estrés son solo algunos de los factores de riesgo a los que se enfrentan los animales utilizados en actividades turísticas. Es fundamental promover un cambio en la mentalidad de los turistas, priorizando el bienestar animal y optando por medios de transporte más sostenibles y respetuosos.
Qué dice la ley en España respecto de la explotación animal
La falta de normativas a nivel nacional ha llevado a que cada Ayuntamiento establezca sus propias reglas, generando una desprotección para los animales. Es necesario una regulación a nivel nacional que garantice el bienestar de los animales utilizados en actividades turísticas.
Barcelona, por ejemplo, prohibió las calesas después de un trágico incidente: en 2016 murió en la calle una yegua mientras tiraba una calesa turística. Otras ciudades como Málaga, han tomado medidas para proteger a los animales, como la retirada de las concesiones para los coches de caballos. Sin embargo, en otras ciudades como Ronda o Mijas, estas actividades continúan con regulaciones mejoradas pero insuficientes.
*Fuente: efeverde.com