Cemento. Esa es la palabra clave que se utiliza cada vez que se habla de las ciudades, en especial, de las grandes urbes. Pero Quito, capital de Ecuador, tuvo una idea renovadora: hacer un corredor biológico para preservar la naturaleza.
Su objetivo es reconectar a los habitantes citadinos con la flora y fauna nativas. Así es el nombre del proyecto en el cual se enmarca, “Reconectar”, que inició en septiembre de 2022.
Con una longitud de 1,5km, conecta dos partes del centro de Quito: está ubicado a lo largo de la Avenida Mariana de Jesús entre los parques La Carolina y Rumipamba. Ecuador es un país latinoamericano con mucha biodiversidad: es uno de los 17 países del mundo calificados como “megadiversos”.
Ecuador apuesta por los espacios verdes con perspectiva de género
Liliana Jaramillo, bióloga, es la cofundadora de la fundación Great Leaf, una organización sin fines de lucro enfocada en la conservación y restauración de ecosistemas ecuatorianos. En diálogo con CNN dijo: “Las plantas nativas en un espacio urbano tienen varios beneficios para empezar, crean un espacio de biodiversidad donde crean hábitat y alimento para muchas especies”.
Gracias al corredor biológico, hay más abejas, mariposas, colibríes y plantas endémicas como la ñackak, la salvia rosada y la santa maría.
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Los creadores del proyecto dicen que la participación ciudadana voluntaria en su construcción fue esencial.
Andrea Narváez, cofundadora de Great Leaf, sumó a CNN que la mayoría que se dedica al proyecto de espacios verdes son las mujeres: “El hecho de que lideremos el proyecto mujeres puede estar generando un impacto en la sociedad y que las mujeres nos sintamos parte de las soluciones”.