El Día del Amigo, celebrado cada 20 de julio, tiene su origen en una iniciativa del odontólogo y profesor argentino Enrique Febbraro.
Entre1969 y 1972, el académico encontró el argumento perfecto para festejar la amistad: la llegada del hombre a la Luna. Según interpretó, este acontecimiento histórico simbolizaba la unión y la amistad entre los pueblos. Inspirado por los ideales de paz, igualdad y fraternidad, buscaba establecer una fecha que honrara la amistad como un valor fundamental para el desarrollo humano.
Rápidamente la propuesta de Febbraro encontró eco en miles de personas, especialmente en jóvenes, quienes vieron en ella una oportunidad para celebrar y fortalecer sus vínculos de amistad. No obstante, recién en1979, con su patente de autor y el Decreto 235 del gobierno de Buenos Aires, se obtuvo una formalidad para que la efeméride sea reconocida oficialmente.
EL DÍA DEL AMIGO NACIÓ EN LOMAS
— Daniela Vilar (@danyvilar) July 20, 2020
En 1969 el lomense Enrique Ernesto Febbraro decidió crear el día del amigo. Eligió el 20 de julio, el día que el hombre llegó a la Luna, porque consideró ese hito como una demostración de la amistad entre la humanidad y el universo. pic.twitter.com/Cs65pQ2AFC
¿Quién fue Enrique Febbraro?
El ideólogo de la efeméride celebrada en Argentina fue el odontólogo y profesor argentino Enrique Febbraro. Declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Bs.As y propuesto para el Premio Nobel de la Paz en 1990, buscó la excusa perfecta para celebrar el Día del Amigo.
Entrevistado por La Voz del Interior, en 2006, el ocurrente argentino recordó que la idea hizo mella durante sus años de locutor junto a Juan Monti. Según contó al medio de comunicación, era una práctica común repasar las efemérides del día a día pero ninguna celebrara “la virtud”. Fue entonces que se propuso impulsar el Día del Amigo aunque, hasta ese entonces, tenía un problema: no encontraba un argumento sólido para justificar la celebración.
Desde que tuvo la idea hasta que pudo implementarla, corrió mucha agua debajo del puente. Fue entonces que la llegada del hombre a la Luna lo inspiró para retomar aquella ocurrencia en pausa. “Los yanquis querían poner un hombre en la Luna en nombre de la amistad de la humanidad hacia el universo, y esa era mi oportunidad“, relató Febbraro a La Voz del Interior.
“Comencé a hacer unas tarjetas postales muy expresivas en las que le contaba a toda la gente que había conocido en el mundo mi idea para que el 21 de julio fuera el Día del Amigo. Pero resulta que estos yanquis se adelantaron así que tuve que ir al correo a corregirlas y cambiar 21 por 20. Mandé mil postales y después me senté en el cordón de la vereda a esperar las respuestas. Me respondieron 800. Me quedé asombrado”, continuó.
La idea fue ganando cada vez más adeptos hasta que pronto se convirtió en un auténtico movimiento colectivo. En 1972, el odontólogo argentino logró obtener la patente del registro de la propiedad intelectual que lo consagra como el creador de la querida y esperada efeméride.
Febbraro falleció el 4 de noviembre de 2008. Su paso por este mundo dejó no solo conocimiento y servicio sino la excusa perfecta para que los argentinos recuerden la importancia de tener amigos.
¡Gracias Enrique!