El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) concluyeron que los árboles con hojas finas y raíces poderosas están ganando terreno frente al cambio climático en la Península Ibérica. Este análisis, publicado en Journal of Ecology, examinó la evolución de 445.000 árboles durante 25 años y reveló que ciertas especies están cambiando su distribución debido a la combinación del cambio climático y el abandono rural.
La resiliencia de los árboles
En las zonas más cálidas y secas, los árboles de los bosques de ribera están perdiendo terreno, mientras que especies mejor adaptadas a las sequías, como el pino carrasco, están expandiéndose. En las regiones más frías y húmedas, especies como el haya y el roble de hoja grande están aumentando en abundancia, mientras que aquellas que no toleran bien la sombra están disminuyendo.
Asimismo, las raíces poderosas y las hojas de bajo costo de producción son rasgos que confieren resiliencia climática a ciertas especies.
En general, se observa que las especies con raíces poderosas y hojas fáciles de producir son las que más se están expandiendo. Por ejemplo, el pino carrasco y el alcornoque están ganando terreno en zonas cada vez más calurosas y secas. En contraste, especies asociadas a bosques de ribera como el aliso común están disminuyendo debido al aumento de temperatura.
El estudio advierte también que los investigadores proyectan que con el aumento de temperatura, las condiciones pueden cambiar y afectar la distribución de los árboles. Estos hallazgos ayudan a comprender cómo podrían evolucionar los bosques en el futuro y cómo se debe gestionar de manera más efectiva el territorio. Por ejemplo, las zonas más áridas podrían perder biodiversidad y aumentar el riesgo de incendios si las especies que las colonizan son más inflamables.
Fuente: efeverde.com