En un mundo urgido por soluciones sostenibles, la ciencia ha volteado su mirada hacia un aliado inesperado: los organismos más antiguos del planeta. Entre ellos, las medusas —criaturas que han habitado los océanos por más de 500 millones de años— podrían guardar la clave para una energía limpia y revolucionaria.
Mientras la humanidad busca alternativas a los combustibles fósiles, investigadores descubren que estos animales marinos son capaces de generar electricidad gracias a una proteína única. ¿Podrían convertirse en la base de una nueva generación de energías renovables?
La sorprendente electricidad de las medusas
En 2023, el Secretario General de la ONU advirtió: “Sin energías renovables, no puede haber futuro”. Pero más allá de la solar o eólica, la naturaleza ofrece fuentes aún no exploradas en su totalidad. Un ejemplo fascinante es la Aequorea victoria, una medusa bioluminiscente cuya proteína verde fluorescente (GFP) no solo brilla, sino que puede producir electricidad.
Un equipo de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia) descubrió que, al exponer esta proteína a luz ultravioleta, libera electrones y genera una corriente eléctrica. Este hallazgo abre la puerta a sistemas de energía basados en biología, donde organismos vivos contribuyan a la generación de potencia limpia.
¿Cómo funciona este “superpoder” natural?
- Las medusas no actúan solas: viven en simbiosis con algas microscópicas (zooxantelas) que realizan fotosíntesis, proporcionándoles nutrientes y oxígeno.
- La proteína GFP absorbe luz y la convierte en energía, un proceso que los científicos intentan replicar en laboratorio.
- Ya se ha desarrollado un prototipo de celda biosolar, donde moléculas biológicas capturan luz como lo haría un panel fotovoltaico, pero con materiales orgánicos.
La GFP no es nueva para la ciencia: desde los años 60, se utiliza en investigación médica, especialmente para iluminar células cancerosas y rastrear enfermedades. Sin embargo, su potencial energético era desconocido hasta ahora.
Aplicaciones actuales y futuras:
✔ Detección de tumores: Marcadores fluorescentes ayudan a cirujanos a identificar tejido canceroso.
✔ Neurociencia: Permite observar neuronas en tiempo real.
✔ Energía renovable: Podría integrarse en dispositivos biohíbridos que generen electricidad sin contaminar.
Aunque la tecnología está en fase experimental, su potencial es enorme. Algunas proyecciones sugieren que, en las próximas décadas, podríamos ver:
🔹 Biopaneles solares: Que usen proteínas fluorescentes para absorber luz de manera más eficiente que el silicio.
🔹 Dispositivos médicos autoalimentados: Implantes que generen energía a partir de fluidos corporales.
🔹 Reducción de residuos: A diferencia de los paneles solares convencionales, los sistemas biológicos son biodegradables.
Sin embargo, hay desafíos:
❌ Escalabilidad: Producir GFP en masa aún es costoso.
❌ Eficiencia: La energía generada por ahora es mínima comparada con otras renovables.
*Fuente: Ecoticias