Una reciente investigación periodística de la revista Time, junto con la organización de investigación periodística Outlaw Ocean reveló la magnitud de la pesca ilegal china a nivel mundial y sus devastadoras consecuencias.
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China, con una flota pesquera de más de 6000 barcos, domina los océanos y pone en riesgo la biodiversidad marina y la seguridad alimentaria de numerosos países, incluyendo Argentina.
El impacto global
La pesca ilegal china no es un problema local, sino una amenaza global. Países del Sur Global son los más afectados, sufriendo la sobreexplotación de sus recursos pesqueros y viendo comprometida su soberanía alimentaria. Según la FAO, más de un tercio de las reservas de pescado del mundo ya se encuentran sobreexplotadas.
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Argentina en el punto de mira
En Argentina la situación es alarmante. Empresas chinas controlan una gran parte de la flota pesquera argentina, especialmente en la captura de calamares. A pesar de navegar bajo bandera argentina, estos barcos están vinculados a intereses chinos y operan con poca regulación.
Milko Schvartzman, especialista en pesca ilegal e investigador de Outlaw Ocean, advirtió sobre una nueva maniobra de China: “No solo se adueñan de las aguas internacionales de los países sino también de las aguas nacionales”.
Las consecuencias de la pesca ilegal
La pesca ilegal tiene consecuencias devastadoras para los ecosistemas marinos y las comunidades costeras. La sobreexplotación de las especies marinas desequilibra los ecosistemas, pone en peligro la biodiversidad y amenaza la cadena alimentaria. Además, la pesca ilegal genera pérdidas económicas significativas para los países afectados y socava el cumplimiento de las normas internacionales.
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