Bajo el nombre de “Compromiso de Sevilla”, la IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU cerró hoy su cumbre en la capital andaluza con un documento que, aunque no es vinculante, marca una hoja de ruta de mínimos para abordar los desafíos globales. El texto, aprobado por consenso tras meses de negociaciones, reconoce el déficit de cuatro billones de dólares necesarios para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente español, Pedro Sánchez, destacaron la importancia de este marco de trabajo en un contexto de “profundas transformaciones, tensiones geopolíticas y riesgos climáticos”. Sin embargo, para las organizaciones sociales, el resultado “se queda corto ante la emergencia global”.
El compromiso de Sevilla, aprobado por consenso, es un éxito notable.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 30, 2025
No era fácil. Pero se ha logrado.
Un nuevo marco para movilizar más financiación, para usarla mejor, para hacerla más justa, más eficiente y más transformadora. pic.twitter.com/j7GpYVqsWE
¿Qué es el Compromiso de Sevilla?
El documento, de 38 páginas, no obliga legalmente a los países, pero establece una serie de objetivos comunes. Entre ellos:
- Movilizar recursos nacionales e internacionales con mayor rapidez, fortaleciendo los sistemas fiscales, combatiendo los flujos financieros ilícitos y aumentando la inversión en sectores clave como salud, educación y energía renovable. Eso incluye triplicar la capacidad de préstamo de los bancos multilaterales de desarrollo y a buscar soluciones innovadoras que movilicen capital privado y público de forma conjunta
- Reformar profundamente el insostenible, injusto e inasequible sistema de deuda global. Para ello, se propone la creación de mecanismos de reestructuración justa, mayor transparencia y medidas como canjes de deuda y pausas de pago en emergencias
- Dar mayor voz a los países en desarrollo en la arquitectura financiera mundial y por establecer un sistema fiscal global más equitativo
En la misma línea, el documento también contempla:
- Reestructuración de la deuda: Se menciona un futuro “Mecanismo de Diálogo”, aunque sin detalles concretos.
- Financiación al desarrollo: Reitera la meta del 0,7% del PIB en ayuda oficial, un compromiso adoptado en 1970 pero que solo cumplen cuatro naciones.
- Seguimiento en cuatro años: Una novedad para evaluar avances.
Aunque la gran ausencia de Estados Unidos, país protagónico en la arquitectura financiera mundial, dejó un sabor amargo, lo cierto es que Sánchez defendió el acuerdo frente al “escepticismo”, subrayando que “no podemos avanzar si la mitad del mundo se queda atrás”. En la misma línea, Guterres agregó: “Esta conferencia no es caridad. Es justicia. Es invertir en el futuro que queremos construir juntos”.
Em definitiva, el “Compromiso de Sevilla” refleja la complejidad de lograr consensos en un mundo fracturado. Para Guterres, es una “llamada a la acción”; para las organizaciones sociales más críticas, “un mínimo que no iguala la urgencia del momento”. La pregunta ahora es si los países convertirán estas palabras en hechos antes de que el tiempo se agote.
🔎Leé la declaración completa en este PDF: