El 31 de agosto terminó la temporada de caza deportiva que habilitó el gobierno de la provincia de Santa Cruz para especies autóctonas como el puma y el guanaco, y desde las organizaciones socioambientales alertaron que no se sabe cuántos animales se mataron y criticaron que es un método de control poblacional y de protección del ganado ovino que “ya fracasó en el pasado”.
El Consejo Agrario Provincial (CAP) santacruceño permitió la caza de especies nativas desde el 1 de abril hasta el 31 de agosto, en una decisión que generó mucha polémica. El número máximo habilitado para cazar era de un zorro colorado, un zorro gris y un puma por semana y dos guanacos por día por persona.
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La falta de registro de la matanza
“No se sabe cuántos animales se cazaron y no se va saber”, alertó Emiliano Donadío, biólogo y director científico de Fundación Rewilding Argentina en diálogo con EcoNews.
“Es caza deportiva que abrieron por un tiempo determinado pero con esos cupos tiene toda la apariencia de ser una caza de control poblacional escondida, que se puedan cazar 60 guanacos al mes por cada cazador es un montón”, se quejó el especialista y afirmó que el gobierno provincial “nunca presentó con qué información científica definió esos cupos”.
El conflicto con los productores
La habilitación de la caza deportiva de las especies autóctonas se ofrece como una herramienta para que los ganaderos protejan a sus ovejas de pumas y zorros y para que los guanacos no compitan por el forraje con el ganado.
“Entendemos que hay un conflicto entre los depredadores y los herbívoros autóctonos con los productores pero la estrategia de caza ya fracasó, se viene haciendo durante décadas y nunca funcionó”, aseveró Donadío.
Según el experto “el 97% de la estepa patagónica sufrió la erosión por el pastoreo ovino y muchos campos han sido abandonados, eso facilitó la proliferación de pumas y guanacos”, por lo que la medida provincial significó un ataque directo a la biodiversidad de la región, que poco a poco viene recuperando su población aunque lejos de sus números históricos.
Las soluciones que plantean los científicos
Los científicos plantean que se deben tomar medidas innovadoras para proteger a la fauna local y evitar los conflictos con la producción ganadera, y aseguran que la proliferación de los animales salvajes ayudará al desarrollo turístico de la zona.
“Hay que buscar estrategias no letales para manejar estas especies, que se extienda el uso de perros protectores de ganado o el uso de disuasivos sonoros y visuales”, explicó Donadío y agregó: “Queremos que la gente empiece a ver la fauna nativa como una oportunidad en el ecoturismo basado en la observación de fauna”.