El gobierno de Javier Milei emitió un decreto que permite el uso desregulado de drones en el sector agrícola. En el artículo 36 del decreto 663/2024, se hace referencia a la aviación civil no tripulada (el uso de drones) como una herramienta para acelerar los procesos de fumigación con agrotóxicos.
El Ministerio de Economía dice querer fomentar el “desarrollo de estas tecnologías y de inteligencia artificial en Argentina”. Pero, ¿es saludable incentivar el uso desregulado de agroquímicos cancerígenos en el cultivo de frutas, verduras y otros productos?
Argentina es el país que más agroquímicos usa por persona por año, según datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Un relevamiento de 2019 del mismo organismo encontró 80 agrotóxicos en frutas y verduras, de los cuales 49% son cancerígenos y 47% no se encuentran autorizados en la Unión Europea.
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Drones fumigadores: qué dice el decreto de desregulación aérea para el agro
A pesar de compartir todos las nuevas medidas del Gobierno a través de las redes sociales, ninguna de las cuentas oficiales del Ministerio de Economía compartió la información del reordenamiento del uso de drones.
El comunicado sobre la desregulación aérea se encuentra en el sitio web del Gobierno y fue publicado el miércoles 24 de julio. El mismo, indica que “El objetivo central es desregular su utilización (de drones) en zonas agrícolas, una decisión estratégica teniendo en cuenta el potencial de crecimiento que la utilización de drones le ofrece a esta industria, mejorando la gestión de control del suelo, fumigación y sembrado.”
Mediante esta medida, el gobierno busca eliminar las “burocracias innecesarias” y agilizar las habilitaciones para el uso privado de drones en el sector agropecuario.
Tal como confirmó en la Expo Rural que reúne a referentes de la ganadería y agricultura nacional, Javier Milei apoya tanto la deforestación como el uso desmedido de agrotóxicos en los cultivos. Sin embargo, la ciencia contradice los dichos del mandatario que declara, sin justificaciones, que “No es cierto que la producción agropecuaria sea nociva para el medio ambiente”
El análisis más reciente del “Proyecto SPRINT” (Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025) identificó cantidades alarmantes de agrotóxicos en el cuerpo de los argentinos. Entre ellos, abundan los plaguicidas y otros agrotóxicos cancerígenos como el glifosato.
Agrotóxicos en Argentina: el país que usa más químicos
El Proyecto SPRINT reúne información sobre el uso de plaguicidas en la Unión Europea, que está buscando reducir el uso de plaguicidas en un 50% para el 2030. Sin embargo, como Argentina es el mayor exportador de soja hacia Europa, el estudio también analizó el uso de agrotóxicos en la provincia de Buenos Aires.
El análisis llevado a cabo en conjunto por 28 universidades estudió la sangre, orina y materia fecal de 73 personas: un tercio eran consumidores normales de alimentos; otro tercio, habitantes de pueblos “vecinos de productores”; el otro tercio, productores agropecuarios, de los cuales la mitad usaba plaguicidas y la otra mitad no.
Las personas analizadas usaron una pulsera que registra los agrotóxicos presentes en los lugares/ambientes por los que se mueven diariamente, durante 7 días.
Luego de analizar 208 plaguicidas en muestras biológicas y en los resultados de las pulseras de exposición, se encontraron resultados alarmantes:
- Todos los participantes argentinos presentaron un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en la materia fecal.
- Todos los participantes argentinos presentaron un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos.
- El polvo de hogar presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en los ambientes analizados.
- Los granos de cultivo presentaron un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano.
- El alimento para animales presentó un rango de 5 a 25 plaguicidas.
- Los suelos presentaron un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo.
- El agua superficial analizada presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas.
Entre los agrotóxicos encontrados prevalecen el cancerígeno glifosato, Atrazina, Metolacloro, 2,4-D (Free), Clorpirifos (prohibido en Argentina), insecticidas como Fipronil, Imidacloprid, Cipermetrina y funguicidas como el Tebuconazol.
El efecto de los agrotóxicos en la salud
Según el INTA, en Argentina se vierten aproximadamente 580 millones de litros de agrotóxicos al año. En relación a los 45 millones de argentinos, cada habitante consume en promedio casi 13 litros de venenos al año.
A pesar de que los efectos de los agrotóxicos en la salud son de público conocimiento, las grandes empresas se esfuerzan por disfrazar un modelo productivo que deja ganancias a unos pocos y deposita enfermedades crónicas en la mayoría. Así lo confirman más de 30 equipos de expertos en salud, agronomía, biodiversidad y ambiente, que relacionan el uso de agrotóxicos con “el aumento de enfermedades crónicas no transmisibles y de las tasas de malformaciones congénitas, enfermedades neurológicas, enfermedades oncológicas y hematológicas, así como el daño en el aparato cognoscitivo en especial en los niños”.
A través del estudio “Agrotóxicos, Evaluación de Riesgos – Salud y Alimentos en Argentina” (2016), decenas de expertos denuncian que “La situación argentina sobre el uso de agrotóxicos y los organismos genéticamente modificados (OGM) en la agricultura y en el proceso de alimentos es grave y requiere que el Estado adopte medidas urgentes para garantizar los derechos humanos a la salud, al agua potable, a la alimentación adecuada y al ambiente santo”
¿Qué pensás de la desregulación del uso de drones para fertilizar los campos argentinos con agrotóxicos, sin límites?