La crisis de natalidad que ha llevado a China a tener la tasa de nacimientos más baja desde la fundación de la República Popular China en 1949, está generando todo tipo de “soluciones” insólitas. Así lo demuestra el ingenio de una empresa que creó ‘camas prosexo’ o vibratorias que realizan movimientos sexuales con el objetivo de fomentar la procreación.
A pesar del furor y las risas, la propuesta demuestra que el gigante asiático ya no sabe cómo abordar el envejecimiento de la población, un fenómeno potenciado por la disminución de nacimientos cada vez más acentuada desde que se eliminó la “política del hijo único”, en 2016.
Camas prosexo: ¿solucionarán la disminución de la natalidad en China?
La creación de camas vibratorias que buscan facilitar el acto de mantener relaciones sexuales fue furor en China. Se trata de camas que realizan fuertes movimientos que asimilan un acto sexual y se venden en locales de muebles y electrodomésticos del país asiático.
La curiosa creación, que causó risas y todo tipo de comentarios, esconde una inclinación que China viene intentando revertir hace años: la gente tiene cada vez menos hijos.
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“Sexo”
— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) August 25, 2024
Porque en China fomentan a las parejas a tener más hijos y crearon camas para facilitar los movimientos. pic.twitter.com/5ohyObvuSz
Entre 1979 y 2015, los habitantes chinos vivieron bajo el estricto régimen de la “política del hijo único”, una medida radical que buscaba disminuir la cantidad de habitantes del segundo país más poblado del mundo, después de la India.
Tras la caída de nacimientos, China decidió eliminar la política restrictiva en 2016 y permitió a las parejas tener hasta 2 hijos. Sin embargo la tasa de natalidad siguió disminuyendo y en 2021 llevó al Gobierno a permitir hasta 3 hijos por pareja.
¿El resultado? Sin cambios. En 2023 China batió el récord del año con menos nacimientos desde 1949, año en que se fundó la República Popular China. Según la Oficina Nacional de Estadísticas de China (ONE), en 2023 hubo más de 6 nacimientos por cada 1000 personas, frente a casi 8 muertes por cada 1000 personas.
Pero, si el restrictivo régimen chino permite cada vez tener más hijos, ¿por qué no aumentan los nacimientos?
Ya sea por costumbre, luego de décadas bajo un gobierno que limitó las libertades reproductivas de sus habitantes, o por una tendencia mundial que denota un desinterés creciente por tener hijos, las organizaciones de derechos humanos denuncian políticas agresivas: “Los gobiernos no tienen derecho a regular cuántos hijos puede tener la gente. En lugar de ‘optimizar’ su política de natalidad, China debería respetar la decisión de la gente y poner fin a cualquier control invasivo y punitivo sobre decisiones de planificación familiar”, según el director para China de Amnistía Internacional, Joshua Rosenzweig.
La tasa de natalidad en el mundo: una tendencia predecible
A pesar de que el planeta tiene cada vez más habitantes, año tras año nacen cada vez menos personas. Se trata de una tendencia reflejada en todo el mundo por las bases de datos internacionales que recolectan el número de nacimientos de cada país desde 1960 hasta la actualidad.
El gráfico del Banco Mundial demuestra una marcada inclinación global a tener cada vez menos hijos, acentuada desde 1963. En aquel entonces, la tasa de natalidad bruta (el número de nacidos vivos que se produce por cada 1.000 habitantes) era de 36. Desde allí, la tasa de natalidad bruta fue disminuyendo año tras año hasta llegar a 17, en 2022.
La propensión a tener cada vez menos hijos (o ni siquiera tener) pareciera ser clara en un mundo afectado por predicciones negativas debido a la crisis climática, el individualismo generado por la tecnología, el empoderamiento del rol femenino en el mundo laboral y en la sociedad en general, y las relaciones de pareja cada vez más efímeras y menos comprometidas, entre otros factores.
A futuro, las predicciones no son esperanzados (aunque, tal vez sí para la salud del planeta): un estudio realizado por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) estimó que más del 75% de los países tendrán tasas de fertilidad (n° medio de hijos nacidos por mujer) por debajo del nivel óptimo para 2050, teniendo en cuenta que el “nivel óptimo” es de 2,1 hijos por mujer. Según el mismo estudio, publicado en The Lancet, la desoladora cifra aumentará al 97% de los países para 2100.
¿Qué creés que pasará en el futuro?