El controvertido documental Christspiracy, que ya tiene fecha de estreno, profundiza en archivos históricos y testimonios de profesionales con un objetivo preciso: desmantelar una verdad sobre la alimentación de Jesús que, según indican sus directores, ha sido escondida durante más de 2000 años.
El Jesús misericordioso de la religión católica, que mantenía una relación estrecha con los seres de la creación, no consumía carne animal. Así lo plantean Kip Andersen y Kameron Waters.
Sin embargo, lejos de ser una hipótesis solamente basada en ideologías, los productores y activistas exponen toneladas de evidencia que podría confirmar esta verdad. Entre las teorías más relevantes, estos 3 hechos podrían demostrar que Jesús se oponía al maltrato animal para alimentarse.
(Podría interesarte: Christstpiracy no estará en Netflix: dónde ver el documental)
Christspiracy y los nazarenos: el movimiento de Jesús
A diferencia de lo que enseña la Iglesia, Christspiracy investiga y descubre que el supuesto pueblo de Nazareth nunca existió. Entonces, ¿por qué llaman a Jesús como “Jesús de Nazareth”? Según plantean los expertos entrevistados en el documental, se trata de una error de traducción, ya que en realidad refiere a “Jesús, el nazareno”.
Los nazarenos fueron un movimiento surgido previo a la llegada de Jesucristo al mundo, según plantea el documental: “La secta de los nazarenos existió incluso antes de Jesús” (Epifanio 29,6).
(Leé más: El tráiler oficial de Christspiracy: vive la antesala de un documental revolucionario)
Los integrantes de este movimiento llevaban una dieta vegetariana y “Jesús simplemente continúa esa tradición familiar”, dice el documental. Este grupo, a veces llamado ebionitas, era una secta que describía a Jesús como un hombre común y corriente, contrario al sacrificio de animales y que se negaba a comer cordero durante la Pascua.
La compasión: un aspecto clave en la vida de Jesús
La compasión es uno de las referencias en la vida de Jesús, un maestro espiritual misericordioso con los demás seres. En este sentido, el documental plantea al Jesús misericordioso como un ser radicalmente contrario al asesinato animal: “Porque misericordia quiero, y no sacrificio” (Hebreos 10:8-14).
¡Cueva de ladrones! El día que expone la relación de Jesús con los animales
Posiblemente, una de las propuestas más directas de la aversión de Jesús al consumo de carne animal sea uno de los hechos más recordados del catolicismo: la “cueva de ladrones”.
Según cuentan las Sagradas Escrituras, “Jesús entró en el Templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. Escrito está —dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la han convertido en una “cueva de ladrones”. (Mateo 21:12-16) La Iglesia justifica este suceso diciendo que Jesús no permitía que los mercaderes comercien dentro del Templo.
Sin embargo, el teólogo Andrew Linzey, reverendo, profesor, y doctor miembro de la Facultad de Teología de la Universidad de Oxford, explicó que, en realidad, “El templo era un lugar de sacrificios masivos en la época de Jesús”. En el episodio conocido como ‘la cueva de ladrones’, “Jesús entra y lo limpia de todos aquellos que compraban y vendían animales para sacrificios. Fue aquel acto el que precipitó especialmente (sino exclusivamente) su enjuiciamiento y ejecución”, según confiesa el experto en Christspiracy.
(Leé más: 5 datos que no te puedes perder del documental Christspiracy)
Para el profesor Linzey, quien ha escrito y/o editado 20 libros y más de 100 artículos, “el Templo, en la época de Jesús, era un matadero masivo”.
Esto mismo es confirmado también por la evidencia arqueológica, que ha encontrado vertederos de huesos de animales que datan desde el 37 a. C al 66 d.C, según publicaron científicos en el artículo Journal of Archaeological Science.
¿Conocés el resto de evidencia que devela Christspiracy sobre la historia de Jesús?