El ciclón tropical Alfred se aproxima al sureste de Queensland con la amenaza de vientos destructivos, inundaciones extremas y marejadas tormentosas. Este fenómeno, que impactará a millones de personas en áreas como Brisbane, la Costa de Oro y el norte de Nueva Gales del Sur, plantea la pregunta: ¿qué papel juega la crisis climática en la formación y efectos de este ciclón?
Como primera reflexión, hay que saber que los ciclones tropicales se forman en un mundo que se está calentando rápidamente debido a la quema de combustibles fósiles. A medida que el planeta retiene más energía del sol por los gases de efecto invernadero en la atmósfera, se crean condiciones propicias para la formación de estos sistemas meteorológicos. Aunque el cambio climático no causa la formación de los ciclones, sí les proporciona un entorno más hostil.
¿Cómo podría el cambio climático influir el ciclón Alfred?
El fenómeno reciente se desarrolló en el Mar de Coral con temperaturas del mar más cálidas de lo habitual. Esta región ha experimentado un aumento de las temperaturas durante el verano, lo que ha favorecido la formación de este ciclón y de otros fenómenos atmosféricos.
Los impactos de los ciclones tropicales como el que está afectando Australia, se ven agravados por el cambio climático, que aumenta la capacidad de la atmósfera para retener agua y generar lluvias intensas. Además, el calentamiento de los océanos favorece la formación de ciclones más intensos y con mayores riesgos de inundaciones. Ante este escenario, es crucial considerar las implicaciones del cambio climático en la planificación y construcción de infraestructuras para hacer frente a estos fenómenos naturales.
*Fuente: The Guardian