Frente al auge de la exploración espacial, son cada vez más los astronautas que viajan fuera de la Tierra para aportar al conocimiento científico. Sin embargo, en esos viajes experimentan ciertos cambios que pocas personas conocen.
Los experiencias más complejas se viven durante las primeras horas en el espacio exterior. Incluso en la Estación Espacial Internacional (ISS), hay un ambiente de microgravedad al que los astronautas deben adaptarse a lo largo de los días.
Directamente desde la ISS, el astronauta de la NASA Frank Rubio, cuenta los cambios más complejos que experimenta el cuerpo en el espacio.
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3 cambios que experimenta el cuerpo en el espacio exterior
“El cerebro humano se ajusta increíblemente bien a cualquier lugar que uno va y después de unas dos o cuatro semanas se siente uno acá muy natural”, cuenta Rubio, desde la ISS en el podcast “El Universo Curioso”.
Frank Rubio es el astronauta de la NASA que más tiempo ha estado en el espacio de forma continua: un año y seis días.
Acostumbrado, el astronauta de ascendencia salvadoreña brinda un testimonio perfecto para que los humanos de la Tierra comprendan los efectos de la diferencia de gravedad del espacio exterior en el cuerpo. Aunque, a pesar de su experiencia, el astronauta cuenta que no es nada sencillo: “Las primeras horas en la estación espacial pueden ser todo un desafío para los astronautas, que tienen que ajustarse al primer gran cambio respecto a la Tierra: la gravedad.”
Según Rubio, los efectos más chocantes son:
Mareos
El experimentado astronauta cuenta que “la primera vez que uno siente la microgravedad se puede sentir un poco mareado porque el sistema, tu cerebro, no sabe de veras que dónde es arriba y dónde es abajo porque sin el sentimiento de la gravedad, se pierde cómo localizarse.
Muchos astronautas pueden pasar mareados por uno, dos, tres días o hasta una semana. Sin embargo, Rubio contó que, para él fue una experiencia más corta y no debió usar muchas medicinas.
Aprender lo básico, de nuevo
Mantenerse de pie, caminar o mover los brazos puede ser toda una experiencia afuera de la Tierra.
Según Frank: “Tienes que aprender a agarrar con tus pies para poder trabajar con tus manos y cada movimiento que haces con tus manos empuja para atrás. Entonces, tienes que aprender a hacer fuerza en contra de ese movimiento. Es como aprender a andar en bicicleta de nuevo“.
Al cabo de unas semanas, como todo, el cuerpo se acostumbra y los astronautas llegan a realizar estas actividades casi de forma natural.
Cambios en el ciclo del sueño
A diferencia de quienes se quedan en la Tierra, los astronautas a bordo de la Estación Espacial orbitan el planeta 16 veces en 24 horas terrenales. Eso significa que experimentan 16 amaneceres y atardeceres en lo que sería un día de la Tierra.
Este gran cambio afecta el ciclo del sueño de los astronautas, que depende mucho de la luz solar. En la mayoría de los astronautas, esta desalineación de los ritmos circadianos hace que duerman menos y reporten sueño de menor calidad. Sin embargo, Para Frank, no fue el caso: “Aquí yo he dormido muy bien. Hacemos ejercicio cada día, trabajamos unas ocho horas cada día. Y entonces uno se siente cansado y por dormir en la microgravedad no he sentido ninguna presión en el cuerpo.
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La microgravedad de la Estación Espacial Internacional
A diferencia de lo que se cree, en la ISS los astronautas no están en un ambiente de gravedad cero, sino en uno de microgravedad, donde esta fuerza existe pero es muy débil.
Esto significa que no todo en la ISS flota por completo. La súper nave que orbita la Tierra a ocho kilómetros por segundo, tiene una pequeña gravedad que hace que los objetos caigan pero a una velocidad muy lento.
Esto, según Rubio, hace que lo más difícil sea “manejar las cosas en el espacio”. Desde su experiencia, el astronauta salvadoreño explica que cuando abren una bolsa, todo sale volando.
A pesar de todos esto, el astronauta Frank Rubio confirma lo que muchos creen: “El saber que uno puede volar de un lugar al otro y saber que uno está a 250 millas arriba del planeta es algo increíble y muy emocionante.”