Animales maravillosos como las focas pueden cumplir un rol esencial en la comprensión de los efectos del cambio climático. Así lo indica un estudio publicado en la revista JGR Oceans, realizado con instrumentos de medición colocados en las focas de la Antártida, uno de los pocos animales capaces de llegar a lugares recónditos del continente blanco.
Gracias a los trayectos recorridos por las focas, investigadores de Estados Unidos y del Reino Unido lograron entender cómo fluyen ciertas corrientes de deshielo. Estas, serían fundamentales en el derretimiento de las plataformas de hielo que rodean a la Antártida: un fenómeno que ha aumentando notablemente en los últimos años.
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El hallazgo científico facilitado por las focas antárticas
Debido a que la capa de hielo de la Antártida occidental se está derritiendo a un ritmo alarmante, los científicos querían descubrir cómo fluye el agua de deshielo desde los glaciares hasta el océano. Para eso, utilizaron planeadores (vehículos submarinos controlados remotamente) y focas instrumentadas, ya que estos animales llegan a lugares recónditos donde pueden presenciar el movimiento del agua de deshielo. Ambos instrumentos permitieron obtener datos clave como la temperatura del océano, la salinidad y el oxígeno presente en la región.
Con los datos obtenidos, los científicos descubrieron dos núcleos distintos de agua de deshielo con diferentes propiedades:
- Un núcleo de agua de deshielo se encuentra cerca de la plataforma de hielo Venable y está relacionado con el derretimiento de la plataforma.
- Otro núcleo, ubicado más al oeste y originado en la plataforma de hielo Abbot, fluye hacia el mar de Amundsen a través de una depresión submarina que no era conocida hasta este entonces.
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El alcance del estudio científico sobre la Antártida
En conclusión, gracias a los datos proporcionados por las focas, ahora se puede comprender de manera más completa cómo se derrite la capa de hielo de la Antártida occidental, un fenómeno relacionado directamente con el cambio climático.
Los resultados principales del estudio liderado por M. Mar Flexas, descubrieron dos nuevas vías por las que el agua de deshielo fluye desde los glaciares hacia el océano. Así, es probable que los científicos puedan predecir cómo el cambio climático afectará el nivel del mar en la Antártida.