La industria ganadera es la fuente principal de contaminación del suelo y de emisión de residuos de medicamentos a ríos, lagos y zonas costeras, según un estudio publicado en la revista científica Scielo. Sin embargo, hay países que, aún al día de hoy, consumen grandes cantidades de carne por persona.
Otros países, en cambio, encabezan la lista de regiones casi 100% vegetarianas.
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Entre costumbres culturales, respeto por el medio ambiente y el nivel económico, estos son los 10 países países que más y menos consumen carne en el mundo:
Los 10 países que consumen más carne en el mundo
Los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura demuestran que EEUU, Mongolia y Argentina encabezan los países más consumidores de carne.
Sin contar mariscos ni pescados, los países que más consumen carne en el mundo son:
- Estados Unidos
- Mongolia
- Argentina
- Bahamas
- Australia
- Israel
- España
- Brasil
- Chile
- Portugal
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Los 10 países que consumen menos carne en el mundo
Según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los países que menos consumen carne son:
- India
- Bangladesh
- Etiopía
- Nigeria
- Tanzania
- Mozambique
- Ghana
- Indonesia
- Pakistán
- Haití
Entre el desarrollo económico (en países con bajo PBI, como Haití) y las costumbres culturales (en sitios con gran influencia religiosa, como la India), el menor consumo de carne se vislumbra como una tendencia creciente para luchar contra el cambio climático. Un ejemplo es Argentina que registró el menor consumo de los últimos 26 años, (aunque no esté directamente relacionado con objetivos ambientales) según un nuevo informe de la Cámara Argentina de la Carne (CICCRA).
El impacto del consumo de carne en el ambiente
Además del maltrato animal fomentado por la actual industria ganadera (una realidad evidente a través del documental Christspiracy) la producción de carne tiene un gran impacto ambiental en diversas áreas del planeta.
Según datos de Our World in Data, los efectos principales de la industria de la carne se ven en el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de tierras agrícolas y el consumo masivo de agua dulce.
En este sentido, numerosos estudios, como uno publicado en Nature (2018) indica que los países occidentales deberían que reducir su consumo de carne en un 90% para limitar el cambio climático a niveles aceptables.
Lejos de ser la carne la solución, la ciencia ha demostrado que las necesidades nutricionales y ambientales del mundo se podrían satisfacer con la reducción de la producción de carne y el consumo de otros “alimentos del futuro” tales como los frijoles y las legumbres.